El calor y el miedo a las multitudes por temor al coronavirus hace que busquemos soluciones rápidas que a veces pueden costar la vida.
Techo hundido, suelo lleno de escombros y mobiliario roto. Así ha quedado un bar en Terrasa, Barcelona. A Chema, el dueño, el derrumbe le pilló abriendo. Está bien pero de momento sigue con el local cerrado. La causa la tiene una piscina que el vecino tenía en su terraza.
Las vigas del techo de esta otra casa en Elda tampoco soportaron el peso del agua. Aquí los bomberos asistieron a dos personas con heridas leves.
Las piscinas desmontables se han convertido en un objeto muy deseado este verano y la demanda se ha multiplicado. Los fabricantes avisan. La más pequeña necesita 8.000 litros de agua. Montarla en casa tiene riesgos. Refrescan pero lo más seguro es colocarlas sobre suelo firme, sin pendientes y en jardín si es posible.