A los médicos, enfermeras y técnicos los vimos vestidos con bolsas de basura, con las caras magulladas por las tantas horas mascarillas en el largo día en plena pandemia. Los vimos extenuados, pero al pie del cañón, mientras no paraban los contagios y en las UCI españolas morían cientos de personas cada día. Los vimos aplaudir y quejarse de las imprudencias de los que salían a infectar y a infectarse. Julián Ezquerra es uno de estos médicos, que ha sufrido esta carga y que ha confesado en Twitter el precio que está pagando por su vocación.

Como médico de Familia, el grupo más golpeado de los más de 80.000 sanitarios contagiados, ha contado en un hilo en la red social, su dolor, tras perder a sus dos hermanos y tres tíos por el coronavirus. A pesar de ejercer la medicina desde hace años, no recuerda nada cómo esto. "Quisiera borrar esto de mi vida".

La impotencia de Ezquerra, ante la muerte o ante la imposibilidad de hacer más con los recursos que tenemos lo llevó a hacer ese hilo que terminó recibiendo miles de retuits de apoyo. El médico y secretario general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (AMYTS). Agradece a todos y asegura que se "muerde la lengua" cuando escucha los reproches y rifirrafes desde "ambos bandos", mientras los ciudadanos esperan.

Tanto despropósito, tanto dolor lo han llevado a desear dejar la profesión que ha hecho durante tantos años. Así lo ha confesado, esta idea de ansiar la jubilación, aunque aún le faltan años, pero le ronda la cabeza "para olvidar lo que está pasando" y disfrutar de "las cosas sencillas".

Julián Ezquerra es muy crítico con el hospital de la pandemia construido por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. En un vídeo colgado en su cuenta explica que "es un hospital inncesario, porque lo que no se puede es detraer personal de los hospitales tradicionales para abrir esta nueva estructura". Lo aconsejable es la contratación del personal necesario para dotar estas nuevas camas", asegura, mientras los políticos preparan la inauguración con toda pompa obviando las opiniones de los sanitarios.