La pandemia del coronavirus complica aún más la avalancha de inmigrantes de las últimas semanas a Canarias. Un goteo incesante de pateras, que ha provocado que ahora mismo más de un millar de personas estén hacinadas en el muelle de Arguineguín.
Urge buscar una solución porque la mayoría duerme en la calle hasta que les hacen el test de coronavirus.
Reparto de mascarillas al tocar tierra, control de temperatura, pero imposible mantener la distancia de seguridad en el abarrotado muelle de Arguineguín. Más de 300 personas en las últimas horas que se suman al millar largo de inmigrantes que esperan en pésimas condiciones.
La llegada de pateras es continua, rescatados en alta mar o interceptados en la misma playa, ante la mirada de unos vecinos acostumbrados.
Repunte alentado de forma peligrosa es irresponsable por grabaciones como la realizada por un inmigrante, con 20.000 seguidores que ven sus vídeos, que como si fuera una divertida reunión de amigos, explica su viaje en patera.
Lo que no cuelga en redes es la imagen del después, centenares de personas hacinadas.