Volar es una experiencia aterradora para algunas personas, incluso cuando las condiciones meteorológicas son absolutamente perfectas. Pero hay ocasiones en las que las circunstancias se complican y lo más importante es que el piloto sepa mantener el control de la situación.
En muchas ocasiones ocurren accidentes aéreos por circunstancias inverosímiles, pero en otros son sucesos provocados. Aunque, según las estadísticas de la Aviation Safety Network (ASN) -un organismo independiente sin fines de lucro que analiza incidentes de aviación en todo el mundo- el promedio de los últimos cinco años es el más bajo de los últimos 45.
El avión continúa siendo una de los transportes más rápidos y más fiables del mundo. Pero además es cierto, que la probabilidad de morir en un accidente de avión es demasiado baja. "Gracias a los continuos esfuerzos para mejorar la seguridad por parte de las organizaciones de aviación internacionales", declaró Harro Ranter, presidente de la ASN.
Según explica Agustín Guzmán Rodríguez, presidente del Comité SEC (Seguridad) de la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA) y piloto de Iberia desde hace 17 años a BBC, "cada seis meses nos entrenan. Es un estándar mundial, aunque la calidad del entrenamiento depende de cada compañía".
Las principales normas durante un vuelo de emergencia son primero volar, después navegar y por último comunicar. Por lo que la prioridad absoluta del piloto es mantener siempre el avión en el aire, y posponer el aterrizaje lo máximo posible. Acto seguido se debe informar a la torre de control y elaborar una ruta de abordo.
Guzmán: aunque mantener el control del avión es lo fundamental, a veces la tripulación se centra en resolver un problema específico y pierde la perspectiva
Según los controladores aéreos una de los elementos más importantes es mantener una calma constante. Tienen que sobreponerse al elemento sorpresa y elaborar rápidamente un plan que seguir para mantener el avión en el aire. Es entonces cuando entra en juego la dimensión psicológica. Guzmán dice que uno de los acrónimos que usan los pilotos para analizar la situación en estos casos es FORDEC:
F - Facts (hechos): ¿cuál es el problema? ¿qué es lo que está ocurriendo?
O - Options (opciones): ¿qué opciones tenemos? desvío, aterrizaje inmediato...
R - Risks/Benefits (riesgos y beneficios): ¿cuál es el inconveniente de cada opción? ¿y el aspecto positivo?
D - Decide (decide): una vez hecho ese balance, hay que tomar una decisión.
E -Execute (ejecuta): poner en práctica la decisión. A veces incluye una "e" más pequeña que hacer referencia a la experiencia del piloto en otras situaciones.
C - Check (reevalúa): comprueba que el plan funciona y asegúrate de qué otras cosas necesitas hacer.
Por este motivo, durante una situación de emergencia extrema hay muchos factores de los que estar pendiente. "No sólo hay que mirar el aspecto técnico, sino también el aspecto humano. La capacidad cognitiva se reduce [en una situación de emergencia] por eso es importante entrenar las estrategias y el sistema en general", afirma Guzmán.
"Los actores y condicionantes se relacionan entre sí. Las decisiones de gestión son importantes, pero quién las supervisa también influye. Todo tiene estar gestionado de manera conjunta", ha concluido el experto.