Sexo, mentiras y audios: el caso de Maje sube de tono en el juicio
Salva presume en los audios de lo enganchados sexualmente que están
Cree que es imposible que le pinchen el teléfono como a un terrorista
Nula empatía por la muerte de Antonio
Sexo, risas, mentiras y audios. Vitales estos audios de las conversaciones entre Salvador R. L. y María Jesús M. C., que se han reproducido durante la sesión de hoy en el juicio por el asesinato de Antonio Navarro, desvela las conversaciones íntimas entre Maje y Salva, marcada por el sexo y la dependencia y la falta de conciencia. En los audios reproducidos ante los miembros del jurado también se ha podido escuchar cómo ambos se regalan los oídos y las conversaciones subidas de tono entre ambos, en las que hablan de juegos sexuales o de las ganas de quedar y estar juntos.
Salva vive en su mundo. Se cree una máquina sexual. Y ve una vida con Maje, pero en un futuro. "Hasta que mi hija no termine de estudiar no me puedo permitir el separarme y así a ella no le puedo exigir nada", explica Salva en el audio con su amigo. "Tú no te imaginas lo que la tengo de enganchada", dice Salva. Según cuenta, Maje le ha confesado "que la dependencia que tengo contigo no la tengo con nadie". Maje le dice que cada día le quiere más.
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"La semana pasada echamos uno que me dijo me he quedado muerta", le cuenta Salva a su amigo. En octubre hicimos dos años con la tontería, empezamos en octubre de 2015". "Habéis pensado algo, dar un paso?", pregunta el amigo. "Socialmente está jodido aún y su familia no lo entendería", dice Salva que acepta que Maje viva en casa de José (aunque no es consciente de todas las relaciones de Maje).
La misma ilusión sobre su relación la tiene Salva sobre la investigación. “No temas, me tendrían que investigar a mí y no me están investigando”. El acusado le expone una teoría ilusa sobre lo perdida que supuestamente está la policía con sus investigaciones. “Soy una persona normal, ellos no pueden a mí pincharme un teléfono como si fuera un terrorista, yo tengo que saberlo”, le dice a su amante y presunta coautora del crimen.
Maje sí se pone nerviosa cuando Salva, enfurecido al descubrir que tiene otros amantes, le dice que ha hablado con la policía. Maje le pide que no haga locuras.
Salva se muestra seguro, demasiado, cuando Maje le dice que la están investigando y mas cuando a Maje le filtran que se ha encontrado al asesino. Salva la tranquiliza. “Lo primero que tendrían que hacer es interrogarme, por si tengo una coartada y no lo han hecho”. Pero cuando quedan para cuadrar coartadas, ahí está la policía en la mesa de al lado, una semana después serían detenidos.
Los audios desvelan también que la madre de Maje es controladora en cuanto a la ropa de su hijo y que la relación con la familia de Antonio y este no era buena, entre otras cosas por el dinero.