Sevilla se reinventa para celebrar su No Feria de Abril por segundo año consecutivo

  • Suspensión de la fiesta más popular de la ciudad a causa de la pandemia

  • El Ayuntamiento ilumina por sorpresa el centro de la ciudad

  • Muchos sevillanos se disponen a celebrar una feria muy diferente

Este fin de semana tendría que arrancar la feria de Sevilla, pero la pandemia ha obligado a suspenderla por segundo año consecutivo. No habrá casetas ni luces en el ferial. Sin embargo, el ayuntamiento ha decidido iluminar por sorpresa el centro de la ciudad, entre otras iniciativas, tanto públicas como privadas, que harán posible recrear el color y la alegría que se respira cada año en la ciudad.

A pesar de que la mayoría de las actividades que había preparado el Ayuntamiento han tenido que suspenderse por la incidencia de la cuarta ola del coronavirus, el alcalde, Juan Espadas, ha decidido mantener el alumbrado que tenía previsto, el cual encendió un día antes de la fecha en la que hubiera tenido lugar el verdadero acto tras la cena del ‘pescaíto’.

Muchos sevillanos se disponen a celebrar una feria muy diferente. Jorge Cadaval, de los Morancos, el diseñador flamenco Pablo Retamero o el cantante José Manuel Soto echan de menos su feria y la viven a su manera.

'La evolución del traje de flamenca', hasta el 2 de mayo

El Ayuntamiento sevillano acoge hasta el próximo 2 de mayo la exposición 'La evolución del traje de flamenca', una actividad que se enmarca en el apoyo del gobierno municipal a este sector y a otros afectados por la suspensión de la Feria de Abril.

En un comunicado, el Ayuntamiento detalla que esta muestra, organizada por la asociación de diseñadores y empresarios de la moda y artesanía flamenca Mof&Art y la Delegación de Economía, Comercio, Relaciones con la Comunidad Universitaria y Área Metropolitana, hace un recorrido por la evolución del traje de flamenca desde sus orígenes a mediados del siglo XIX hasta la actualidad.

El traje de flamenca procede de los vestidos que usaban las mujeres de los tratantes de ganado que acompañaban a sus maridos a las ferias, unos vestidos que eran muy sencillos y consistían en una simple bata con volantes en la falda y un delantal para las faenas.

Paulatinamente, este modelo evolucionó hacia lo que se conoce como 'cuerpo de guitarra', convirtiéndose en el atuendo por excelencia para acudir al Real. Hacia 1929, coincidiendo con la Exposición Iberoamericana, el traje de flamenca fue adoptado por mujeres de la clase alta.