Hasta hace unas horas, el burro Leonardo malvivía en un pueblo de Sevilla, pero hoy, gracias a la Fundación Santuario Gaia, sabe lo que es sentirse libre, querido y mimado donde le han acogido. El momento de su llegada al que va a ser su santuario ha sido enternecedor.
Ni el presente ni el futuro de Leonardo eran muy halagueños. "Es un burro que tenía una familia en exclusión social, pero por problemas con sus vecinos, se tuvieron que ir de la chabola donde vivían, así que contactaron con la que fue la presidenta de la antigua protectora de Osuna (Sevilla), para que se hicieran cargo de él", publica en su página de Facebook la Fundación Santuario Gaia.
En declaraciones a Informativos Telecinco, su cofundador, Ismael López, relata que "Leonardo estaba atado sin poderse mover, sin alimentación, sin agua". Durante ocho años, ha llevado "una vida de maltrato" y sin su familia tenía los días contados, así que la fundación decidió rescatarle.
"Ha hecho un largo viaje desde Sevilla hasta Girona, de más de 1000 km, pero este viaje tan agotador será para él, el comienzo de una nueva vida. Una vida que seguramente nunca ha imaginado, en la que será cuidado y amado como se merece, como se merecen todos los animales. Y él parece que lo sabe. Nada más llegar, en cuanto le hemos quitado la cabezada que llevaba y le hemos explicado que ya era libre, soltó un gran grito lleno de esperanza, que se ha oido por todo el Santuario. Y aunque sus ojos estén blancos y su alma herida, seguro que está viendo todo lo que le espera y que, por fin, tiene un futuro esperanzador por delante", relataban en la página sobre la llegada a lo que parece un paraíso de animales. El burro comenzó a rebuznar de alegría.
"Parece que llevaba toda la vida esperando ese momento", cuentan. Ahora, en su nuevo hogar y con su nueva familia, Leonardo tiene una segunda oportunidad, una vida digna como debería tener cualquier ser vivo.