Un niño de 6 años ha tenido que ser rescatado por la guardia costera británica tras ser arrastrado mar adentro debido a las fuertes corrientes. Según han informado diferentes medios internacionales como el periódico ‘Daily Mail’, el suceso ha ocurrido a unos 200 metros de la costa en Black Rock Sands, en el norte de Gales.
Al parecer, el pequeño se encontraba jugando en la playa junto a su flotador con forma de cisne cuando comenzó a ser arrastrado por la corriente. Cuando su padre observó lo lejos que le estaba llevando la corriente intentó nadar hasta dar con su hijo. Sin embargo, el fuerte oleaje impidió que el progenitor rescatase a su hijo y, poco a poco, adentraba en el agua mucho más al niño. Al ver la fuerza y la rapidez con la que el menor y el flotador eran arrastrados, los testigos llamaron a los agentes de la guardia costera para que pudiesen salvar la vida del niño de 6 años.
Nada más llegar a la costa, los guardias dieron orden al padre y a otro voluntario que se había ofrecido a intentar salvar al niño para que volviesen a la orilla y se pusiesen a salvo. Tras varias maniobras, uno de los guarda costas consiguió dar con el flotador con forma de cisne y con el niño de 6 años.
Cuando el hombre agarró al menor, el niño se encontraba inconsciente debido a la gran cantidad de agua que había tragado. Fue en ese mismo momento cuando el agente le realizó las maniobras para expulsar todo el agua y consiguió reanimarle. “Estaba totalmente inconsciente, le di la vuelta y le tuve que dar varias palmadas en la espalda. Escupió mucha agua y empezó a sentir náuseas. Después, ya comenzó a respirar de nuevo”, declaraba el agente.
Una vez en la orilla, los médicos que se trasladaron hasta la zona pudieron hacerle las primeras labores de reanimación. El niño fue trasladado hasta el hospital de Ysbyty Gwynedd donde recibió atención y tratamiento de inmediato.
Tras hacerse público este caso, un portavoz de la guardia costera ha pedido a todos los bañistas que acudan a las playas de Reino Unido que dejen los flotadores y las colchonetas en casa ya que estos juguetes están destinados única y exclusivamente para la piscina. Llevarlos a la playa puede suponer un peligro ya que las corrientes y el oleaje pueden adentrarte en el mar.