Entierran el cuerpo de Rosario Porto en el Cementerio de Boisaca de Santiago: una docena de personas acude al sepelio
El cuerpo ha recibido sepultura sobre las 13,30 horas del mediodía
No ha habido ninguna ceremonia convocada por familiares
Apareció muerta en su celda siete años después del asesinato de su hija
El cuerpo de la madre y asesina de Asunta Basterra, Rosario Porto situado en el Cementerio de Boisaca, en Santiago de Compostela. Al entierro ha asistido en torno a una docena de personas, entre ellas familiares y el que fue su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren.
El cuerpo ha recibido sepultura sobre las 13,30 horas del mediodía. El coche fúnebre ha llegado a Boisaca minutos antes y, tras acceder hasta donde se encontraba la tumba por la entrada principal, los operarios han introducido en ella el féretro a la hora prevista.
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Frente a la lápida, un pequeño grupo de personas ataviadas con mascarilla, compuesto por parientes y Aranguren, han observado la entrada del ataúd en un sobrio acto bajo el sol que se ha celebrado sin sacerdote y sin palabras por parte de los presentes.
Y es que no ha habido ninguna ceremonia convocada por familiares que se hicieron cargo del cuerpo, ni tampoco se ha acercado hasta el cementerio ningún curioso.
Cortejo fúnebre desde Ávila
El cortejo fúnebre partió en la mañana de este sábado desde el tanatorio de Ávila, donde permaneció el cuerpo de Rosario Porto desde que se suicidó el pasado 18 de noviembre en la cárcel de Brieva y hasta que el juez autorizase en los últimos días su traslado hasta la capital gallega.
Porto apareció muerta en su celda siete años después del asesinato de su hija adoptiva, Asunta, por la que ella y su exmarido, Alfonso Basterra, fueron condenados a 18 años de cárcel. Desde su condena, confirmada por distintas instancias judiciales, ella defendió su inocencia.
La de Brieva ha sido su última cárcel en un periplo que le llevó antes a estar A Lama (Pontevedra) y en la de Teixeiro (A Coruña), con el protocolo de prevención de suicidios en estas últimas cárceles y avisos entonces por parte de su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, sobre el estado en el que se encontraba.