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La Guardia Civil busca en la ropa de Esther López, la joven de Traspinedo, restos de pintura del coche que pudo atropellarla. Tras los nuevos datos aportados por la autopsia –aún no definitiva- toma fuerza la hipótesis del atropello.
Por las lesiones que ha revelado la autopsia de Esther López, con una cadera rota y un latigazo cervical, la Guardia Civil trabaja con más fuerza en el atropello. Los investigadores buscan concretamente un todoterreno.
La altura de Esther López hace pensar que la joven fue atropellada por un vehículo todoterreno cuando se dirigía de madrugada a su pueblo, Traspinedo. Los técnicos de la Guardia Civil buscan restos de pintura que pudieran llevar hasta el coche que la atropelló, una tarea nada fácil teniendo en cuenta que en los pueblos hay muchos vehículos de este tipo.
A juzgar por la falta de huellas, los investigadores creen que el coche que pudo atropellar a Esther López, ni siquiera frenó. Era de noche y puede que ni la viera. Ella iba caminado de espalda a los coches, así que tampoco tendría tiempo de apartarse.
La Guardia Civil también trabaja en otras pistas que pudieran llevar al coche y a su conductor, más allá de los restos de pintura de la ropa de Esther López. Estudian la potencia del coche, su altura y cómo saldría despedido el cuerpo, es decir, si cayó en la cuenta tal y cómo lo hallaron o pudo moverse tras el impacto.
El cuerpo de Esther López fue encontrado un mes después de su desaparición en la cuneta. Estaba boca abajo con el abrigo puesto, la ropa sucia y helado, como la hierba que lo rodeaba por las bajas temperaturas. Los vecinos insisten en que es casi imposible que durante todo ese tiempo el cadáver estuviera allí sin que nadie se percatara.
Aunque la autopsia ha revelado las lesiones en la cadera y las cervicales, aún hay cuestiones por resolver. Los forenses, cuatro que no terminan de ponerse de acuerdo, no han sido capaces, hasta ahora, de decir con determinación la causa de la muerte. Puede que fueran los traumatismos y una hemorragia interna lo que le provocara un shock hipovolémico a Esther López.
Para saberlo hay que esperar a los resultados de toxicología. Eso ayudará a saber cuánto tardó la joven de Traspinedo en morir, si pasó mucho tiempo en la cuneta a temperaturas bajo cero o si murió en la posición que cayó o fue movida. Sin la autopsia definitiva es imposible saberlo.
La jueza que instruye el caso de Esther López mantiene como investigados a los tres sospechosos, Ramón El Manitas y los amigos de la chica, Carlos y Óscar. El caso sigue bajo secreto de sumario.