Es el guardián contra el bulling. Uno de cada cinco niños lo sufre. Metro cuarenta de altura, mirada penetrante, y sonrisa tecnológica. Inteligencia artificial para evitar situaciones de acoso en el aula. La teoría la conocen, y saben que es cuando uno o varios niños se meten con otros en el aula, pero verbalizarla es más difícil. Y por eso los expertos creen que es posible que los pequeños sean capaces de contar lo que les ocurre a un pequeño robot. En Finlandia se usa el método Kiva, un programa educativo que quiere combatir el acoso escolar persiguiendo tres objetivos: prevención, intervención y supervisión. A través de este programa, que ya ha sido exportado a numerosos países, los alumnos aprenden a sembrar empatía con sus compañeros, reconocer el 'bullying' y saber cómo actuar. En España no nos quedamos atrás.
La idea del proyecto es detectar a tiempo situaciones de acoso. Una plataforma online, que entre juegos y preguntas va analizando la situación general entre los alumnos. Y después los niños hablan a solas con el robot. Y lo cierto es que este les da confianza, logra que se evadan y que sean capaces de expresar sus sentimientos sin miedo.
Las reacciones del robot son afables y tiernas, mueve los ojos y sonríe. Y los pequeños le tocan mientras hablan con él. Las conversaciones posteriormente las escuchan profesores y psicólogos del centro y actúan con más datos, para evitar el bullying.