El restaurante Atrio en Cáceres, con dos estrellas Michelín, ha sufrido un robo de película. No solo por el botín, de un valor incalculable, sino también por el modus operandi. Una pareja se alojó en el hotel que alberga el restaurante y engañó al recepcionista para llevarse 45 lujosas botellas de vino. Una de ellas, una Château d'Yquem de 1806, cuesta en la carta 350.000 euros.
La madrugada del martes pasado una señora "tremendamente amable", según José Polo, uno de los dueños de Atrio junto a Toño Pérez, que se alojaba en el hotel cenó junto a un hombre. Hacia la una y media de la madrugada pidieron algo de comer y la persona encargada de recepción, con el ánimo de atenderles, fue a la cocina por si podía proporcionarles algo rápido para picar.
La pareja aprovechó ese momento para bajar a la bodega y perpetrar el robo. Entraron en la bodega, la mejor de España y una de las mejores de Europa, sin forzar las dos puertas con cerradura electrónica, cogieron las botellas y se marcharon del hotel hacia las cinco de la madrugada.
No se dieron cuenta del robo hasta el mediodía cuando el equipo del restaurante se disponía a preparar el servicio de comida. Para entonces "estas personas estarían ya fuera de España".
"Ha sido como de película y de una limpieza extraordinaria", ha subrayado Polo, que cree que se trata de un robo "por encargo" porque han ido directamente a las joyas de la corona de la bodega de Atrio, entre ellas la botella de Burdeos de 1806, que ha sobrevivido a guerras y numerosos avatares. Una Château d'Yquem, que en la carta cuesta 350.000 euros. "Nos han robado parte de nuestra historia", se ha lamentado el también responsable de la bodega.
Los ladrones se llevaron de la bodega de Atrio 45 botellas de vino, 38 de Romanée Conti y 7 de Château d'Yquem, entre ellas la de 1806, comprada en una subasta en Londres en el año 2.000.
Aunque no se ha podido cuantificar todavía el precio del botín es de un "alto valor económico" pero, sobre todo, "sentimental", ya que muchas de las botellas no se pueden sustituir porque son series limitadas y es difícil cuantificarlas en el mercado.
"Si se llevan dinero da mucha pena pero es que conseguir estas botellas es una tarea ardua", ha recalcado Polo, que ha insistido en que las botellas forman parte de la historia no solo del restaurante, sino de la propia ciudad de Cáceres. "Nosotros somos los depositarios de esa bodega pero no era algo nuestro, era de toda la ciudad", ha recalcado Polo, que reconoce que se vino abajo cuando vio los estantes vacíos aunque celebra que nadie haya sufrido daños personales.
"Nos han hecho mucho daño pero me voy a dar un día de luto porque la vida continúa y seguiremos contando nuestra historia y, ahora ya, hasta el robo formará parte de la historia de Atrio", ha concluido Polo.
En la bodega del hotel restaurante Atrio, ubicado en la plaza de San Mateo de Cáceres hay 3.400 referencias en vinos de todo el mundo.