"Entre el helicóptero y la víctimas son ellos quienes van a estar en contacto". Es el día a día de los rescatadores, una de las profesiones más duras, y para la que estos trabajadores tienen que someterse a exigentes pruebas físicas y psicológicas.
Los segundos se hacen eternos, hay que aguantar al menos dos minutos para seguir adelante. Con la mente en otro sitio. Así empiezan las duras pruebas para ser rescatador. En donde ellos arriesgan su vida para salvar a los demás. Rescates en alta mar o junto a la peligrosa costa. Situaciones siempre extremas. En donde descienden decenas de metros hasta llegar a la víctima.
Alicia es la única mujer que ha superado el curso previo y ahora opta a una de las diez plazas vacantes. Exigencia física fuera y dentro del agua. Un poco de aire para preparar la siguiente prueba porque aquí compite contra los mejores.
Solo el año pasado, los rescatadores, a lomos de sus helicópteros, lograron salvar la vida a casi 600 personas.