Res, un precioso can, llegó a España en patera. Lo trajo su dueño, Yassin, un joven marroquí de 21 años que ni en esa dura travesía a Cádiz quiso separarse de él.
“Nunca había ocurrido esto: una mascota en una patera”. “Estuvieron 36 horas a la deriva y justo los rescataron y se hundió”, cuenta Fernando Galindo, inspector de policía.
El joven veinteañero y las otras 25 personas que viajaban en la patera fueron trasladadas a un centro de migrantes en Chiclana y, sin protocolo de actuación para el perro, cuidándole con desvelo.
“Siempre está pegado a mí”, cuenta hoy el policía.
Yassin se enteró por una amiga residente en España de que su perro seguía vivo. Leyó la noticia en el diario Nius y logró ponerle en contacto con el policía.
“Estaba encantado de que le había salvado al perro. Veía que estaba muy bien y daba gracias y gracias”, cuenta Galindo, quien ya piensa en adoptar al animal. No obstante, sabe que es el perro de Yassin: “Si él dice dentro de seis meses que se lo quiere llevar… se lo tendré que dar con todo el dolor de mi corazón, pero es su perro”.