Hace unos meses, el príncipe Harry de Inglaterra y su mujer, Meghan Markle, anunciaron que se apartaban de la Familia Real Británica para poder disfrutar de independencia a nivel profesional y económico. Hoy, 31 de marzo, ha llegado el adiós definitivo de la pareja, su renuncia oficial. Lo han hecho a través de sus redes sociales:
“Como todos sentimos, ahora el mundo parece extraordinariamente frágil. Confiamos en que todos los seres humanos tienen potencial y oportunidad de marcar la diferencia”, comienza el comunicado, analizando la situación actual. Se han referido explícitamente a la crisis del coronavirus: “Lo más importante ahora es la salud y el bienestar de todo el mundo, y encontrar soluciones para frenar la pandemia”.
En las siguientes frases aludieron a su despedida: “Nos estamos centrando en entender cómo podemos contribuir de la mejor manera. Aunque no nos veáis, el trabajo continúa”. Los duques de Sussex no seguirán usando su cuenta de Instagram, por lo que sus seguidores ya no tendrán esta vía de comunicación con ellos. Por eso han querido darles las gracias: “Gracias a esta comunidad por el apoyo, la inspiración y el compromiso compartido. Esperamos reconectar con vosotros pronto. ¡Habéis sido geniales!”
Y se despiden: “Hasta entonces, cuidaos vosotros y de los demás”.
Harry y Meghan, con su hijo Archie, viven ahora en Los Ángeles. El recibimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no fue nada cálido. Les dirigió el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: “Soy un gran amigo y admirador de la reina y de Reino Unido. Se dijo que Harry y Meghan, que se fueron de Reino Unido, vivirían permanentemente en Canadá. Ahora han dejado Canadá para venirse a Estados Unidos. Sin embargo, EE UU no pagara su seguridad. ¡Deben pagar!”
Un portavoz de Harry y Meghan salió al paso de estas declaraciones y negó que tuvieran intención de recurrir al dinero de EE UU para costearse su seguridad, sino que esos gastos se financiarían con fondos privados.