El Juzgado de Instrucción número dos de Tui, en Pontevedra, ha reabierto el caso por la muerte de Déborah Fernández, una joven de 21 años, desaparecida en 2002 después de salir a correr por la zona de Samil en Vigo. Su cuerpo fue encontrado desnudo una semana después en una cuneta en el ayuntamiento O Rosal, a unos 40 kilómetros de distancia.
La familia de la joven ha informado en un comunicado que, tras decretar la apertura el pasado día 7, la jueza dictó un auto el día 25 en el que acepta la declaración en calidad de testigos de siete personas. Con todo, denegó la práctica de diferentes pruebas propuestas por la familia.
En concreto, seis de estas declaraciones fueron fijadas para el día 9 de diciembre a partir de las 9,00 horas. Además, la séptima, que inicialmente había sido citada para el 18, fue cambiada para el día 5 de diciembre. La familia ha recurrido esta modificación "por entender que no existe causa alguna para dicho cambio".
"Desde hace más de dos años de lucha a fin de que el caso de nuestra hermana no se olvidara, son muchas las personas que nos han ayudado y otras tantas las que nos han dado pistas que pudieran contribuir al esclarecimiento; todo ello ha sido puesto en conocimiento de la Policía Nacional, que por fin retomó la investigación", celebra la familia.
Asimismo, recuerda que, desde el pasado mes de junio, sus abogados han presentado diferentes escritos ante el Juzgado y ante la Policía para que se practiquen diferentes diligencias de prueba.
"Sea cual sea el resultado de las declaraciones testificales y de la pericial acordada, no cesaremos en el empeño de descubrir qué persona o personas fueron los responsables de la desaparición, muerte y traslado de cuerpo de Déborah", subraya la familia. Por último, en el comunicado, muestra su deseo de "conocer la verdad", "sea cuál sea".