El Ratoncito Pérez y otras preocupaciones de los niños durante el confinamiento
Guía para saber responden a las preguntas de los niños durante el confinamiento
"Carmen tiene 6 años. Ha perdido su primer diente y otros están a punto. Está muy preocupada por si el Ratoncito Pérez no puede llegar a su casa por el estado de alarma. Me pregunta: ¿Tiene el señor Pérez autorización para circular estos días?. Gracias".
Es el mensaje que David enviaba a la Policía y la Guardia Civil a través de Twitter. Este padre no sabía qué responderle a su hija. La Benemérita le contestó lo siguiente: "No te preocupes Carmen. El Ratoncito Pérez está trabajando y además va él solito a llevar tu regalo. Así que te aseguramos que si algún Guardia Civil lo ve le ayudará a encontrar tu casa".
Agentes del Instituto Armado también fueron a casa de David, en Albox. Cumplía 6 años el 23 de marzo y no podía celebrarlo con sus primos y amigos. Con las luces de los coches puestas y la música en un altavoz, los guardias le cantaron el cumpleaños feliz y le felicitaron por lo bien que lo estaba haciendo quedándose en su casa. "Un cumple algo diferente por los tiempos que estamos pasando, como el resto de cumpleaños de niños en la actualidad a nivel mundial", explicaba agradecido el padre en una publicación de Facebook.
Así describió la anécdota: "Un día inolvidable. Tuvimos la visita de parte del equipo de Superhéroes. No estamos hablando de Superman ni de Batman, si no de los de verdad, los de carne y hueso y sin capa. La lucha de balcones en este día ha sido maravillosamente especial. Mi David ha cumplido 6 años y lo que ha vivido no hay dinero en el mundo que lo pueda comprar".
Son algunas de las cuestiones que más inquietan estos días a los niños. Notan que los adultos se sienten desconcertados ante una situación nueva. Los progenitores deben encontrar respuestas pero nunca trasmitirles miedo e intentar buscar soluciones a sus pequeños problemas. Unicef ha publicado una guía que puede servir de manual para hablar con los menores y hacerles partícipes de lo que está ocurriendo.
¿Qué es el coronavirus?
Es la primera pregunta. Hay que explicar a los niños que se trata de una enfermedad, que se contrae a partir de otras personas infectadas. Cuando estornudan, tosen o hablan dispersan pequeñas gotas de saliva por el aire, que al aterrizar en la nariz, la boca o los ojos de otra persona acaban contagiándola. Es posible que una persona también contraiga la infección al tocar una superficie cubierta de gotas infectadas y luego se toque la nariz, la boca o los ojos. También hay que explicarles que la mayoría de los enfermos se sienten como si estuvieran resfriados o tuvieran una gripe pero a los niños no les afecta de forma tan grave.
¿Y tienen corona o por qué se llama así?
Es la siguiente pregunta, asocian el nombre con un objeto que conocen. La respuesta es sí: estos organismos microscópicos tienen una especie de corona alrededor que los caracteriza.
¿Qué qué pasa si enfermo?, ¿podría ocurrirme a mí?
Son otras de las cuestiones que más se repiten. Los niños se preguntan qué puede suceder si se contagian. Lo mejor es empezar averiguando qué es lo que el menor sabe para comprobar de cuánta información dispone. Se pueden aprovechar estas conversaciones para aprender cosas sobre el cuerpo humano, la forma en la que el sistema inmunitario combate las enfermedades y los consejos para evitarlo: no tocar ninguna superficie, lavarse bien las manos y por ahora confinarse en casa.
¿Y qué pasa con los abuelos?
Las personas mayores tienen más probabilidades de enfermar de gravedad o morir si contraen el coronavirus, algo que puede entristecer a los pequeños. Por eso si los más mayores se encuentran bien hay que dejar que los niños hablen con ellos para aliviar su preocupación y les pregunten cómo se encuentran.
Hay muchas personas en los hospitales y algunas se mueren.
Los niños ven cómo los adultos buscan constantemente información, lamentan la situación en los hospitales y los fallecimientos a consecuencia del coronavirus. También que a las ocho de la tarde hay que salir al balcón o a la ventana para aplaudir a estos profesionales, que estos días trabajan a destajo.
Les puede tranquilizar saber que los hospitales y los médicos están preparados para tratar a la gente que se pone enferma. A los más mayores y a los adolescentes les interesa saber que los científicos están trabajando para curar a los pacientes o desarrollar una vacuna. Conviene explicarles que las muertes por coronavirus siguen siendo poco frecuentes. Además debemos contarles que sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, efectivos de la UME, bomberos y otras miles de personas están haciendo todo lo posible para combatir al COVID-19 en las calles y que ellos se encargan de mantener a los ciudadanos sanos y seguros. Estas imágenes también pueden transmitirles la sensación de que la situación está controlada y de que habrá un final.
Echo de menos el cole, los amigos, el parque. ¿Cuándo podremos salir?
Es una sensación que los adultos también tienen. Los niños pasan por momentos de incertidumbre y de cambios en sus rutinas. Debemos aprovechar estas conversaciones para enseñarles a valorar lo que tienen y enseñarles a reconocer estos sentimientos. Además para saber que en la vida hay momentos estresantes pero que pasan y todo acaba volviendo a la normalidad.