Rafael Amargo sale de prisión, pero ya está en los juzgados de Plaza de Castilla para responder ante un juez por su supuesta vinculación con el tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. El bailarín y coreógrafo permanecía detenido desde el pasado martes en un calabozo de la comisaría madrileña del distrito Centro.
Fuentes de la investigación han indicado a Efe que está previsto que Amargo pase a disposición judicial a media mañana tras permanecer arrestado en los calabozos de la comisaría de Centro, situada en la calle Leganitos, desde el pasado martes por la noche.
El bailarín fue detenido en torno a las ocho de la tarde de este martes en el Teatro La Latina de Madrid tras terminar un ensayo de su nueva obra, que esperaba presentar este jueves. Junto a él también fueron arrestadas otras tres personas, entre ellas la pareja del artista y su productor, tras una laboriosa investigación que ha tenido más de un año a los agentes sobre la pista del artista granadino.
La Policía Nacional realizó varios registros en las propiedades de Amargo en Madrid, donde halló 60 gramos de metanfetamina, 20 gramos de ketamina y 6.000 euros en efectivo, según informaron a Efe fuentes de la investigación. La operación está bajo secreto por orden judicial, si bien las fuentes han precisado que Amargo está en principio imputado por un delito de pertenencia a organización criminal y otro de tráfico de estupefacientes.
El bailarín se acogió a su derecho a no declarar ante la Policía Nacional y ayer miércoles recibió la visita de su abogado, Cándido Conde Pumpido, quien aseguró a Efe que el artista solo tenía "pequeñas cantidades para el consumo". El letrado calificó de "contrasentido" el hecho de que la Policía sitúe a Amargo "en la cúspide de una organización criminal que debería estar ganando muchísimo dinero", cuando "todos sabemos que Rafa no está en su mejor momento económico".
"Si existiera esa organización no tendría ningún tipo de problema económico. Es otro indicio de que las cosas no son como se cuentan", explicó el abogado, que defiende a Amargo, su pareja y su productor. Conde-Oumpido confía en que el artista salga en libertad para poder estrenar su espectáculo "Yerma" en el Teatro de La Latina.