¿Quién era San Valentín y por qué la festividad del amor se celebra el 14 de febrero?

  • La historia de San Valentín como festividad se remonta a tiempos del Imperio Romano

  • Valentín fue decapitado por casar a soldados con sus prometidas en tiempos en que el cristianismo estaba prohibido

  • Con el tiempo se convirtió en símbolo del amor y de la amistad, hasta llegar a nuestros días

A pocos días de la celebración de San Valentín, son muchos los que se preguntan quién fue este personaje histórico, qué llevó a la Iglesia católica a convertirle en santo y por qué se celebra esta fiesta cada 14 de febrero. Lo cierto es que el origen de esta festividad lo encontramos muy atrás: tenemos que trasladarnos a tiempos del Imperio Romano para conocer su origen y su primera celebración, y viajar un poco más lejos para conocer a Valentín y las hazañas que le convirtieron en uno de los santos más conocidos y celebrados en pleno siglo XXI. ¿Quién es San Valentín y por qué se celebra el 14 de febrero?

¿Quién es San Valentín y por qué se celebra el 14 de febrero?

San Valentín es una de esas festividades que, precisamente por basarse en un concepto tan universal y mutable como el de amor, ha pasado por todo tipo de situaciones a lo largo de su historia, que se remonta nada menos que a tiempos del Imperio Romano. Hoy en día podríamos decir que cada vez menos personas reparan en su origen religioso e incluso que el concepto de amor que se celebra en estas fechas está cargado de mensajes contradictorios: San Valentín se ha convertido en una nueva celebración del consumismo en la que participan millones de personas en todo el mundo.

La festividad de San Valentín, en su origen, poco tiene que ver con su diseño actual: fue creada por la Iglesia católica y se utilizó para absorber poco a poco otras festividades paganas que se pretendía erradicar. Concretamente, las llamadas fiestas lupercales, que se centraban en la fertilidad, cuyos ritos eran en ocasiones extremos. Por ejemplo, en Roma se golpeaba a las mujeres con látigos de piel de cabra y de perro, impregnadas en la sangre de estos animales, con la idea de mejorar su fertilidad.

Como respuesta, se recurrió a la figura de San Valentín para conmemorar la idea de amor cristiano, y se situó esta festividad el 14 de febrero, muy cerca de la fecha de las fiestas lupercales (en torno al 15 de febrero).

De Valentín se dice que casaba a soldados con sus prometidas en las mazmorras de las cárceles del Imperio, en los tiempos en que el cristianismo estaba prohibido en Roma. Esta falta fue castigada con su decapitación, por orden de Claudio II, aunque la historia nos dice que el emperador solo sería reprenderle y desterrarle, pero fue presionado para ir más allá en su castigo.

También se dice que, durante el tiempo que Valentín estuvo en prisión esperando su ejecución, conoció a la hija del juez de la prisión, que era ciega. Valentín, que podría haberse enamorado de ella, rezó para pedirle a Dios que le devolviera la vista a la joven. Más tarde, durante su traslado a la plaza pública para su ejecución, le entregó un papelito a la joven, pidiéndole que lo leyera. Al abrir el papel, ésta fue capaz de leerlo, y en él aparecía la frase 'Tu Valentín', a modo de despedida.

La imagen de Valentín encajaba con lo necesario para ofrecer al pueblo una festividad que celebrara el amor y que hablara de los valores cristianos. De ahí que se decidiera crear el Día de San Valentín, en representación del amor entre humanos, eligiendo el 14 de febrero del nuevo calendario gregoriano.

El primer día de San Valentín se celebró el 14 de febrero de 494, y fue la fiesta oficial en la Iglesia católica hasta que el papa Pablo IV dejó de celebrarla. Por último, en 1969, durante el Concilio Vaticano II, se eliminó la fiesta del calendario litúrgico.