Nuevo susto provocado por un patinete eléctrico. El artefacto se estaba cargando en el salón de casa y al calentarse, explotó. En ese momento en la vivienda había dos niños pequeños. Su padre pudo apagar las llamas a tiempo y evitar una desgracia, pero él sufrió varias quemaduras.
Lo que iba a ser una plácida tarde de verano, paseo motorizado de los niños en un parque de Logroño, pudo acabar en tragedia. Quemaduras de segundo grado en el brazo y susto con mayúsculas.
Mientras se cargaba el patinete eléctrico, un olor extraño alertó a su hijo. En pocos minutos una densa humareda invadía en el salón de su casa. Las decenas de baterías del artefacto explotaban sin control.
Una situación parecida sufrió una familia en China, patinete cargándose en el salón y carreras huyendo del humo y las llamas.
Un susto igual se sufrió en la segunda planta de un edificio de Rentería, el causante del fuego, otro patinete electrónico.