En el municipio pacense de Hernán Cortés están consternados por la muerte de Gonzalo y Jorge, dos adolescentes de 15 y 17 años, de dos familias muy conocidas en el pueblo. Los menores se ahogaron el sábado cuando se bañaban en una zona secundaria del Canal de Orellana "especialmente peligrosa" y prohibida. Al parecer el mayor se golpeó la cabeza quedando inconsciente y, por ello, el más pequeño se lanzó a ayudarle, pero ambos perdieron la vida. Los conocedores de la zona aseguran que les pudo arrastrar la corriente.
Los menores habían ido allí con otros amigos a pasar la tarde. Hicieron caso omiso de la señalización, que advertía del peligro que entraña esta zona de regadío de la comarca de las Vegas Altas y se bañaron.
Al ver lo que ocurría, uno de los menores que les acompañaba pidió ayuda, pero cuando los equipos sanitarios acudieron a la zona tras la alerta de los servicios de Emergencia 112 Extremadura solo pudieron certificar el fallecimiento de ambos jóvenes.
Hasta el lugar se desplazaron bomberos del parque de Don Benito-Villanueva, Guardia Civil y Policía Local de Santa Amalia. Los cuerpos estaban ya fuera del canal cuando se presentó la Benemérita.
Una zona prohibida
El baño en esta zona es algo habitual aprovechando la formación de una poza profunda, pero no está permitido y así está señalizado. Así lo comentan en el lugar de los hechos a Efe varios agricultores y un trabajador de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Aseguran que los trabajadores de la Comunidad de Regantes y vecinos de las parcelas colindantes tienen que llamar continuamente la atención a los jóvenes que utilizan estas zonas como diversión ya que, coinciden, es una zona "especialmente peligrosa", por las rápidas corrientes que se forman con la caída del agua.
En la acequia hay un salto de agua que desemboca en una poza más profunda en la que se depositan los sedimentos del agua y donde se bañaban los jóvenes, que se pudieron ver arrastrados por la fuerza y remolinos que se producen, según estas personas conocedoras del lugar. De ahí hasta la zona de la acequia en la que fueron encontrados hay una separación de unos 200 metros.
El joven de 15 años, Gonzalo, vivía en la localidad y ya le han dado sepultura. El de 17, que pasaba unos días con su familia en su pueblo natal, será enterrado el lunes. Era un canterano del equipo cadete de la UD Las Palmas, llora la muerte del chico "al que le apasionaba el fútbol" y al que se le "ha truncado el sueño". "Nos rompió la alegría", dicen.