La alegría por irnos de vacaciones, y más tras meses de confinamiento, puede tornarse en tristeza y rabia si roban en nuestra casa. Por eso hay que cerrar bien puertas y ventanas, intentar que alguien pase por la vivienda para dar señales de vida y, sobre todo, no publicar en redes sociales que nos hemos ido.
Así lo indican la Policía Nacional y la Guardia Civil de cara al mes de agosto, en el que muchos ciudadanos abandonan sus domicilios habituales para pasar unos días -o muchos- fuera. Los "cacos" van evolucionando conforme los ciudadanos mejoran sus medidas de protección y los agentes advierten de sus métodos.
Así, utilizan artimañas como transparentes y delgados hilos de silicona que ponen entre el marco y la puerta de entrada al piso, aunque siguen usando palitos de madera o pequeños trozos de plástico que también colocan en la puerta.
Los sitúan en sitios poco visibles y vuelven en dos o tres días para ver si siguen ahí y, por tanto, tienen vía libre para entrar. Otro método para "registrar" moradores es hacer pequeñas marcas en los portales o en los porteros automáticos.
Además, los ladrones se fijan en los buzones y en ocasiones vigilan desde la calle si hay luces encendidas en determinados pisos. Una vez "despejada" la vivienda, tienen que entrar, y la experiencia dice que "van a lo más fácil", de manera que si una puerta no tiene la llave echada o hay una ventana algo abierta, irán a esta casa en lugar de a otra.
Desde que casi todos los ciudadanos tienen móviles y plasman en las redes sociales sus vivencias estivales, los amigos de lo ajeno también vigilan estas publicaciones y ven que no estamos en casa. Probablemente, que nadie de la familia esté, porque aparecen en una foto en la playa o la montaña.
Por eso, la Policía y la Guardia Civil recuerdan los consejos básicos para prevenir robos en casa mientras estamos de vacaciones, como cerrar con llave las puertas, cerrar bien las ventanas y los balcones, activar la alarma si tenemos, guardar en un lugar seguro los objetos de valor y no dar señales visibles de que la vivienda está deshabitada.
Lo ideal es que alguien de confianza recoja el correo o incluso entre en casa para mover las persianas y dar las luces un rato. O activar un temporizador que haga estas labores.
Si estamos en casa en agosto podemos ayudar a evitar robos a nuestros vecinos fijándonos en si hay marcas u objetos en las puertas y no abriendo el portal a desconocidos: una triquiñuela de los "cacos" es decir que van a casa de un vecino cuyo nombre han oído previamente o han visto en el buzón.
Si al volver a nuestra casa la puerta no está cerrada como la dejamos o vemos algo revuelto, hay que salir y llamar a la Policía o a la Guardia Civil.