La Comisión Europea aprobó el pasado 4 de marzo una nueva legislación que da la inspección técnica la responsabilidad de la recopilación de datos sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en turismos y vehículos comerciales ligeros.
La norma contempla la forma en la que los Estados miembro del bloque deberán hacer el seguimiento y la notificación de los datos sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de turismos y vehículos comerciales ligeros, así como de la información sobre las emisiones de CO2 y el consumo de combustible o energía de dichos vehículos obtenidos en condiciones reales.
De acuerdo con los artículos 10 y 11 del nuevo reglamento de ejecución 2021/392, a partir del 20 de mayo de 2023, la entidad encargada de recopilar la información sobre los consumos de combustible y energía obtenidos en condiciones reales de circulación para los Estados Miembros son las estaciones de ITV. ¿Y cómo se miden las emisiones? Con el sistema OBD.
El sistema OBD, por sus siglas en inglés On Board Diagnostics, (Diagnóstico a bordo) es un sistema de diagnóstico que está disponible en los centros de la ITV, a partir del cual se puede hacer un análisis integral y fiable de sus emisiones.
Este sistema ya se viene usando desde el 2018, cuando se aprobó el Real Decreto 920/201, y se encarga de controlar si la centralita del motor del vehículo "tiene registrado algún defecto o algún mal funcionamiento en su sistema de gestión de las emisiones".
Así, las estaciones chequean el sistema de control de emisiones a través del OBD de los vehículos Euro 5 y Euro 6, es decir, los vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2011, y en los camiones, los que ya cumplen la Euro VI, es decir, desde 2014.
Este dispositivo controla el número de identificación del vehículo, las emisiones medias de CO2, combustible o energía eléctrica consumida, distancia total recorrida y, en aquellos vehículos con más de un sistema de energía y la distancia total recorrida con cada uno de los sistemas.