El devastador incendio de Sierra Bermeja sigue avanzando sin control. El fuego amenaza ahora a seis municipios. Su perímetro se ha duplicado en un solo día y ya han ardido más de 7.400 hectáreas. Preocupan las fuertes rachas de viento, que están dificultando las tareas de extinción. Es lo que los bomberos llaman un incendio de sexta generación. Es el primero de este tipo que se produce en España.
Un incendio de sexta generación es inestable, imprevisible y extremadamente virulento. Está relacionado con el cambio climático. Hasta ahora este tipo de incendios de sexta generación o tormenta de fuego solo se habían dado en Australia, Estados Unidos y el Mediterráneo Oriental. En Sierra Bermeja hay 400 efectivos, incluida la UME, y 40 medios aéreos, luchando con unas llamas nueva vistas en España.
Según el subdirector regional del Infoca, Alejandro García, son incendios que generan una nube de condensación debido al calor del fuego. "En las capas altas, más frías, puede haber humedad. Cuando esa circunstancia se da, se van cargando de agua y, por tanto, de peso, y van perdiendo la fuerza de inercia hacia las capas altas. Se empiezan a ensanchar y cuando se separan de la fuente de alimentación se derrumban", explica.
"Al derrumbarse, todas las pavesas incandescentes que contienen las columnas de humo, empiezan a arder de nuevo. Al caer vuelven a pasar por oxígeno y salen incandescente. De esas miles de pavesas, decenas, cientos, caen", añade. Es un fenómeno muy peligroso para quienes trabajan en la extinción de las llamas ya que puede dar atrapamientos masivos.
En definitiva, los incendios de sexta generación son aquellos capaces de modificar la meteorología de la zona. Se forman lo que se llaman pirocúmulos, es decir, una columna del incendio que desprende tanta energía que es capaz de producir una propia nube o una tormenta. Las llamas se oxigenan y eso dota al incendio de más virulencia porque el agua se evapora antes de que llueva.
El pirocúmulo mas importante en Europa fue el de Portugal, en 2017, en el que murieron 67 personas. La pérdida de vidas de personas es la principal devastación de los incendios. "Que se queme un bosque en sí no es un problema porque se regenera, pero afecta a la economía, al turismo, a los transportes y a la salud de las personas (las adminisiones hospitalarias aumentan un 10%, y las embarazadas, mayores y neonatos son mas vulnerables)", señala Víctor Resco, profesor de Ingeniería Forestal en la Universidad de Lleida.
"Es un incendio inédito en nuestro país", con una "fuerza inusitada" ha subrayado el consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía que, desde el centro de mandos, ha explicado que además de la UME varias comunidades autónomas colaboran con medios humanos y técnicos como Madrid, Murcia, Castilla La Mancha o Extremadura.
"Toda España se está volcando con este incendio inédito que estamos sufriendo en el sur del país, en Andalucía, en la provincia de Málaga, en Sierra Bermeja", ha dicho Bendodo que ha señalado que espera que las lluvias que se esperan el martes ayuden a controlar las llamas.
Hasta ahora ha fallado la previsión climatológica. Hay que adelantarse al fuego. El máximo responsable del Centro Operativo Regional del Infoca ha recordado que trabajan con previsiones: "Si no nos adelantamos al fuego no podemos apagarlo porque corre más que nosotros". Así, ha lamentado que las predicciones meteorológicas "han fallado continuamente algo que para nosotros es clave: la velocidad y dirección del viento".
Según explica el profesor Víctor Resco, hay que esperar a que caiga la lluvia, pero con abundancia. "Las descargas de los hidroaviones no llegan al incendio porque se evaporan, necesitamos que las lluvias sean muy intensas, no para extinguir el incendio, sino para al menos tenerlo controlado", subraya.
De las 2.600 personas desalojadas del incendio en Casa Bermeja que afecta a ocho municipios, los primeros 1.000 vecinos desalojados en Estepona ya han podido volver a sus casas. Las llamas ya han devorado unas 7.400 hectáreas y rodean la A-7, la carretera que recorre la costa andaluza y coronan la Sierra Bermeja de Málaga. Este incendio de sexta generación o tormenta de fuego nunca visto en España recuerda al que sufrió Portugal en 2017, donde murieron 67 personas.