Asesinato de los periodistas españoles David Beriáin y Roberto Fraile en Burkina Faso. Ambos se encontraban realizando un reportaje sobre la caza furtiva cuando un grupo de hombres en coches y motos asaltaron el convoy en el que viajaban, podrían ser miembros del grupo terrorista Al Qaeda.
La emboscada ha tenido lugar en una carreta llegando al Parque Nacional de Arli, en el sureste del país. Un lugar donde las autoridades se enfrentan a los cazadores furtivos con armas de guerra.
En un convoy de 40 personas viajaban guardias forestales, miembros de una ONG contra la caza furtiva y los dos periodistas españoles.
Se habían detenido para grabar con un dron cuando fueron atacados por un grupo armado en dos pick up y 20 motocicletas. David Beriain y Roberto Fraile son dos de los fallecidos. Los otros, un irlandés de la ONG y uno de los guardias.
Los atacantes se llevaron dos ametralladoras y material militar. Un ataque organizado en una zona donde no faltan grupos peligrosos.
Un grupo vinculado a Al Qaeda se ha atribuido el ataque en un mensaje que no ha sido verificado.
El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
En mayo de 2019, dos turistas franceses fueron secuestrados junto a su conductor, que fue asesinado, en el parque natural de Pendjari, en Benín y fronterizo con Burkina Faso, país al que fueron trasladados por sus captores y donde fueron rescatados en una operación de las fuerzas especiales galas en el que murieron dos militares.
El Ejército burkinés confirmó el lunes que durante la última semana de operaciones antiterroristas han muerto cuatro militares y han sido "neutralizados" dos supuestos terroristas.
Por otra parte, este martes se ha conocido que al menos 13 personas han fallecido por una serie de ataques perpetrados el lunes a última hora por grupos armados contra tres localidades del norte de Burkina Faso. El triple ataque ha tenido lugar en la provincia de Seno, fronteriza con Níger.
Ante esta situación, el primer ministro de Burkina Faso, Christophe Dabiré, abrió a principios de febrero la puerta a un posible proceso de diálogo con los terroristas. "No decimos que Burkina Faso esté en contra de las negociaciones con los terroristas", afirmó en un discurso ante el Parlamento.