El grupo parlamentario socialista plantea la eliminación gradual del pago en efectivo “con el horizonte de su desaparición definitiva”, en una proposición no de ley sobre la orientación del sistema tributario ante la crisis provocada por la COVID-19, que se ha presentado en el Congreso y se debatirá en la Comisión de Hacienda.
En el anteproyecto de ley contra el fraude fiscal, que decayó con las elecciones, ya figuraba rebajar el limite de 2.500 a 1.000 euros los pagos en metálico. Y fuentes socialistas han precisado que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha mostrado favorable a aprobar la ley contra el fraude esta legislatura. En la proposición no de ley, el PSOE insta al Gobierno a aplicar hasta once medidas para la contención, mitigación y erradicación de la crisis del coronavirus en el ámbito fiscal y tributario.
La eliminación gradual del pago en efectivo hasta su desaparición definitiva es la última de las medidas recogida en la iniciativa socialista, en el capítulo de “prevención y erradicación”. El uso del dinero en efectivo cayó con fuerza durante las primeras semanas del confinamiento. Durante las semanas del estado de alarma las retiradas de efectivo cayeron, según las entidades, entre el 40% y el 57%.
Otras medidas de "prevención" que propone el PSOE son el impulso de los sellos de excelencia en la contribución fiscal de las empresas, campañas de explicación del destino de los ingresos públicos procedentes de impuestos y la publicidad responsable y respetuosa en términos de conciencia fiscal.
Además, la proposición no de ley insta al Ejecutivo a una serie de medidas preliminares para mejorar el sistema y que pasan por impulsar en Europa una fiscalidad común adaptada a la nueva realidad económica, clarificar competencias entre administraciones o consensuar la revisión de un nuevo modelo de financiación autonómica.
Los socialistas también apuestan por incrementar la periodicidad de los estudios de opinión y política tributaria del Centro de Investigaciones Sociológico (CIS), impulsar mecanismos de adaptación digital de los contribuyentes y fomentar la cultura tributaria responsable.
Las intenciones del PSOE difieren totalmente de las del Vox, que hace unos días consideraba en una iniciativa registrada en el Congreso que fue un error que desde el gobierno se desaconsejase el pago en efectivo por la pandemia del coronavirus y creía que era el momento de revertir la situación e incentivar los abonos en efectivos en lugar de las tarjeta. A su juicio, "el efectivo es el medio de pago más sencillo para personas en riesgo de exclusión social, el más práctico para menores de edad y ancianos, y el único para la población adulta no bancarizada".
Añadían también que "el efectivo permite un mejor control de las finanzas personales" y es un medio de pago que "no discrimina ni a pequeñas empresas ni a emprendedores" y cuyo coste es inferior al de las tarjetas de débito o crédito.