Unos vecinos de un bloque de pisos de Castellón están hartos de que les despierten en mitad de la noche. Tienen un prostíbulo junto a su casa y los clientes se equivocan con demasiada frecuencia. Molestos por la situación han decidido colocar un cartel en la puerta para avisar a los más despistados de que la casa de citas se encuentra en otra vivienda.
Pared con pared conviven con un local de alterne, pero no solo tienen que aguantar los molestos ruidos “tenemos que aguantar trifulcas entre los clientes y las prostitutas”. También a cualquiera hora del día o de la noche, les suena el timbre de casa.
La mujer está en tratamiento por ansiedad, no hay noche que no les despierten varias veces. Llevan 5 años en la vivienda y desde que el vecino decidió convertir su casa en un prostíbulo no pueden más.
Hartos de esta situación, han puesto un cartel aclaratorio, donde resaltan que el prostíbulo está en la puerta de al lado. Con esto quieren acabar con la imagen habitual de su edificio: Un cliente del local de alterne confundiéndose de puerta. Una pesadilla continua que esperan que cese tras la colocación del cartel.