Multa y un año de cárcel por aparcar en una plaza de movilidad reducida con una tarjeta falsa
El condenado alegó que la tarjeta era de su excuñado y se le había olvidado retirarla
El no respetar una plaza de aparcamiento para las personas con movilidad reducida, además de suponer una enorme falta de solidaridad, puede acarrear una grave sanción. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha confirmado una pena de un año de prisión y una multa de 1 620 euros impuesta a un hombre que aparcó su coche en una plaza reservada a personas con discapacidad. El condenado utilizó una tarjeta de estacionamiento falsa para pasar desapercibido, según recoge Diario de Sevilla.
La sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Benidorm, dictada el pasado enero y ahora ratificada por el Tribunal provincial, declara al acusado autor de un delito de falsedad en documento oficial. Las autoridades sorprendieron al condenado el pasado 7 de enero de 2017, cuando aparcó en una plaza destinada a personas con discapacidad en la calle Mercat de Dénia. Colocó en el salpicadero una tarjeta falsa, una fotocopia a color de un documento original emitido por autoridades noruegas a nombre de su excuñado.
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El condenado, en el recurso presentado ante la sentencia del juzgado de lo Penal, alegó que la tarjeta no era falsa, que existía una copia original que coincidía con el contenido de la tarjeta que portaba en su vehículo. Según su testimonio, el documento pertenecía al hermano de su exmujer y su exsuegro fue quien hizo las fotocopias para que todos los coches de la familia la llevaran, pero a él se le olvidó retirarlo de su vehículo.
Esta coartada, según ha considerado el Tribunal, no está contrastada con ninguna prueba "contundente" y, en todo caso, hace tres años que su excuñado y titular del document no vive en España, por lo que “es de suponer que el 'olvido' en retirar la tarjeta ha durado dicho tiempo, no así su uso indebido de las plazas destinadas a estacionamiento para personas con capacidad reducida”.