El asesino confeso de Manuela Chavero, un vecino, ha pasado su primera noche en prisión. El juez, tras tomarle declaración durante cuatro horas esta noche, le ha imputado a Eugenio Delgado los delitos de detención ilegal y homicidio. Los agentes buscan más restos óseos en la finca del detenido.
Después de tomarle declaración, anoche, durante cuatro horas, el juez le ha imputado a Eugenio Delgado los delitos de detención ilegal y homicidio. La investigación se centra en desmontar la versión del detenido, que mantiene que fue una muerte accidental.
La Guardia Civil lo detuvo el jueves tras sumar nuevos indicios. Desde entonces, la UCO le ha llevado hasta en dos ocasiones a su casa de Monesterio para reconstruir los hechos. Ha confesado, supuestamente, dónde la enterró: en una finca de su propiedad a 10 km del pueblo.
Allí han encontrado restos óseos que podrían pertenecer, efectivamente, a Manuela. Lo primero será proceder a su identificación y, después, conocer cómo murió realmente. La autopsia no será nada fácil debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo.
Dicen los vecinos que el acusado estaba obsesionado con Manuela Chavero, que es una persona solitaria, con una vida difícil y problemas sexuales. El detenido, de 28 años, vivía solo desde que su padre y la pareja de este murieron hace años. Ella apareció muerta en la bañera en extrañas circunstancias en 2013.
Puede que hoy la Guardia Civil vuelva a la finca a buscar más pistas que aclaren definitivamente como murió Manuela Chavero.