La localidad de Sueca, en Valencia, sigue conmocionada por el crimen del niño de 11 años a manos presuntamente de su padre. Tal y como ha confirmado una familiar del menor, el presunto parricida “llevaba días pidiendo que le llevarán al niño” aunque nadie pensó “que pudiera llegar a este punto”. “Ha decidió hacer el dolor más grande, que es matar a un hijo”, asegura la familia que considera que “la Justicia ha fallado”.
El pasado domingo, el presunto parricida de Sueca acabó con la vida del pequeño, que horas antes había cumplido 11 años. Fue la propia madre la que alertó de lo sucedido tras no recibir noticias ni de su hijo ni de su exmarido, que tenía una condena por violencia de género y una orden de alejamiento.
Marta Tur, prima de la mujer, asegura que el hombre “estaba obsesionado” con su exmujer pero que “nunca había mostrado actos de violencia hacia el niño”. “No pensábamos que pudiera llegar a este punto”, subraya.
Una 'desconexión' informática no avisó al juez de familia de la condena por violencia de género y la orden de alejamiento que tenía el presunto parricida sobre la madre. El presunto parricida tenía una sentencia por maltrato por la que no podía ver a su hijo por sentencia judicial, pero al no estar incluida en la sentencia del divorcio, el padre seguía teniendo el mismo régimen de visitas y podía pasar tiempo con su hijo. Nadie avisó al juzgado de la nueva sentencia y la familia de la madre niega que sintieran que era un peligro para el niño o le hubiera amenazado con anterioridad.
Tur ha pedido que “esta crueldad se juzgue como es, un caso de violencia de género y de violencia vicaria”. “Consideramos que la Justicia ha fallado. Había una custodia compartida que no se estaba cumpliendo porque el padre tenía problemas y no se comportaba como tal”, ha explicado ante los medios.