La crisis de suministros que está provocando el desabastecimiento de algunos productos a nivel global continúa y preocupa especialmente de cara a la campaña navideña, cuando la explosión de la demanda sea aún mayor. Sus causas son variadas y se cree que esta coyuntura puede durar meses y ralentizar la recuperación económica.
Tras el letargo pandémico, las ganas de consumir se han disparado y la oferta es incapaz de satisfacer esa demanda por varias razones. La primera es la caída de muchos inventarios por la paralización de la producción en la pandemia.
La segunda es la falta de contenedores en el transporte marítimo para tanta demanda y los precios en máximos históricos. Por último, la tercera son las dificultades logísticas que continúan por tierra.
Todas esas razones generan miedo al desabastecimiento y llevan a minoristas y fabricantes a hacer acopio de productos, lo que atasca aún más la cadena de suministro. En Estados Unidos, por ejemplo, faltan básicos como el papel higiénico, ropa o comida para mascotas.
En España hay escasez de bebidas procedentes del Reino Unido, pero, ¿peligra la campaña de Navidad? La Federación de Bebidas Espirituosas espera resolver la situación en tres o cuatro semanas.
En el sector tecnológico miles de empresas dicen que han adelantado las compras. Creen que los posibles problemas de falta de suministro, serán sólo con algunos productos de alta gama.