Un estudio sobre el 'sexting' llevado a cabo por estudiantes de siete universidades estadounidenses ha reflejado que las mujeres son cuatro veces más propensas a enviar imágenes sexualmente explícitas de sí mismas que los hombres. “Esto podría apuntar a un doble rasero sexual persistente que podría desempoderar a las mujeres”, explica Morgan Johnstonbaugh, autora de la investigación, según recoge 20Minutos.

"El doble rasero sexual es la idea que se perpetúa en la sociedad de que los hombres y las mujeres tienen diferentes tipos de sexualidad: que los hombres tienen deseos incontrolables y voraces, mientras que las mujeres son capaces de tomar decisiones morales y actuar como guardianes de la actividad sexual. Con esta idea en mente, las mujeres pueden sentirse presionadas a compartir imágenes con sus novios para mantenerlos interesados o para complacer su apetito", añade.

El estudio se llevó a cabo con más de 1.000 estudiantes universitarios con 20 años de media de al menos siete centros universitarios estadounidenses. El fin de la investigadora de la Universidad de Arizona, EEUU, es explorar qué motiva a los jóvenes a enviar imágenes sexuales explícitas de sí mismos a través de internet. La explicación de los encuestados no es tan evidente como se podía esperar.

"Las mujeres podrían encontrar que el 'sexting' es realmente empoderante porque puedes crear un espacio donde te sientas segura, con confianza, expresando tu sexualidad y explorando tu cuerpo", explica Johnstonbaugh. La investigadora espera que sus hallazgos ayuden a proporcionar una mejor comprensión de la práctica del 'sexting' para académicos, educadores y legisladores interesados en reducir sus prácticas dañinas.

Otra investigación realizada por la Universidad de Surrey, Reino Unido, llevada a cabo con 41 jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años reflejó que los chicos se sienten “héroes” al obtener y distribuir imágenes de mujeres. La cosificación de la mujer es una de las características preocupantes entre los hombres.

"La posición de los hombres jóvenes dentro de la cultura del 'sexting' juvenil es precaria, ya que están sujetos a las expectativas que rodean a la masculinidad en términos de su apariencia y sus acciones. Además, la desnormalización de la vergüenza social masculina es probable que esconda el verdadero alcance de la dificultades a la que se enfrentan estos jóvenes", apunta esta investigación.

El 'sexting' no consentido es también una práctica común. Muchos menores reciben contenido erótico en sus teléfonos que no quieren recibir, tanto por gente que les acosa buscando una respuesta sexual por su parte como por las propias personas que difunden las imágenes de otros para hacer daño.