Beatriz Zimmermann mantiene la fe. Lo hace a pesar de que las evidencias y la investigación se centren en un sonar que puede aportar conclusiones desesperanzadoras. ¿Qué es lo que lleva a esta madre a estar convencida de que su expareja, Tomás Gimeno, que ha sido capaz de mantenerla en esta situación ya casi un mes, no sería capaz de hacer daño a Anna y Olivia?
Joaquín Amills, portavoz de la familia, ha señalado al Programa de Ana Rosa, algunas de esas razones. La primera es que Tomás Gimeno nunca dijo a la madre en las conversaciones que mantuvo antes de desaparecer que pudiera hacer daño a las niñas, cosa distinta es que le confirmara que nunca más las iba a ver. El argumento esgrimido para esta acción es que quería provocar daño a la madre es la nueva relación de esta con un hombre mayor. Por eso, Beatriz le dijo en una de sus cartas que nunca le iba a sustituir como padre. No solo no le dijo a Beatriz nada que la hiciera pensar que iba a dañar a las niñas sino que dijo que cuidaría de ellas. Por este motivo, Beatriz no cree que Tomás hiciera algo irreparable y luego acabara con su vida, una de las tesis que sigue más que viva en la investigación.
En palabras de Amills, que Tomás decidiera repartir entre sus amigos y familiares sus objetos más preciados, puede ser una señal de que quería que se las cuidasen y no tiene por qué indicar que suponga una especie de reparto de su testamento. La familia da credibilidad al hecho de que Tomás se llevara dinero consigo para sobrevivir. El hecho de que diera 3.000 euros a su novia les hace pensar que él se quedó con parte del dinero.
Beatriz Zimermann publicó el pasado viernes una carta dirigida a Tomás, en la que le imploraba que regresara y que pensara en sus hijas, en el interés de ellas por encima del suyo, en lo trasladar la infelicidad a unas niñas que no tenían culpa de nada. Y todas sus publicaciones mantienen la esperanza: “La victoria pertenece a quién persevera más... Vamos a demostrar que el mundo está fuerte y unido... Anna y Olivia las adoro tanto, tanto... Se han convertido en un icono de luchar contra las injusticias".
Lo que parece que no tiene vuelta atrás es que Tomás no actuó por impulso. Lo planeó todo de una forma metódica. Entregó sus ahorros a la novia que tenía, cedió el coche a su padre y dejó atada la entrega de su lancha y moto a unos amigos. La familia considera que todo forma parte de una puesta en escena bastante cuidada. Cree la familia que una persona que está pensando en quitarse la vida no reparte antes sus pertenencias y que todos estos movimientos reflejan que estaba enfadado con la vida y con la nueva situación en la que vivían sus hijas. No aceptaba el rumbo que había tomado la vida de Beatriz.
Joaquín Amills, portavoz de la familia, deja claro que la Guardia Civil está manteniendo informada a la familia de todos los pasos dados y de todas las pistas que se están siguiendo. "La Guardia Civil le informa varias veces al día a Beatriz de lo que puede informarle, sabemos que se está trabajando en varias hipótesis e ir descartando. Se descartó lo de Cabo Verde, se descartó lo del velero en Santa Margarita, se descartó con los perros la casa, parcela, coche y lancha...", explica Joaquín. La familia de Tomás Gimeno parece más pesimista aunque ya ha dejado claro que apoyará para sumar en todo lo que sea necesario. Los amigos siguen pidiendo que dé la cara.