Con la llegada de las altas temperaturas y la primera ola de calor en nuestro país, para algunas personas comienza una auténtica tortura de migrañas y dolores de cabeza. Según informan varias páginas de salud, esto no se debe solo a la actividad del sol, sino al conjunto de factores que se suman en estas fechas: cambio de rutina, cambios en la alimentación, exposición solar o incluso disminución de las horas de sueño.
A pesar de ello, es importante tener en cuenta una serie de factores que pueden ayudarnos a prevenir esos dolores de cabeza propios del verano:
Es una de las cosas más importantes a la hora de hacer frente a una ola de calor, y para superar altas temperaturas en general. Hay que beber mínimo 2,5 litros de agua al día.
En verano solemos cometer más excesos de lo habitual, y esto también puede afectar a nuestro organismo. En concreto, para el dolor de cabeza, es mejor evitar los alimentos que contengan nitratos, como los embutidos, o glutamato monosódico, que se identifica en las etiquetas con la simbología E-621.
Es normal que se cambie nuestra rutina de descanso durante el verano. Además, muchas veces dormir con altas temperaturas se convierte en una misión imposible. Por todo ello, es importante que no olvidemos dormir las horas necesarias para nuestro cuerpo, ya que la falta de sueño puede llevar a un aumento del dolor de cabeza.
Si vamos a salir a la calle, es importante evitar las horas de más calor e ir siempre por las zonas que tengan más sombra. Además, tenemos que salir protegidos con gafas de sol para evitar la presión intraocular que puede aumentar aún más el dolor de cabeza. Cuando salimos tenemos tener en cuenta también la ropa, que sea adecuada para el calor. Para aumentar la sensación de frescor viene bien aplicarse toallas húmedas o mojarse con frecuencia el cuello y la frente.