La Policía Nacional está registrando de nuevo varias propiedades de Ángel Ruiz, sospechoso del asesinato a puñaladas de un matrimonio y de su hijo menor ocurrido en Burgos en 2004, ya que los nuevos avances tecnológicos podrían facilitar el hallazgo de algún indicio que le relacione con el triple crimen, por lo que se ha previsto un exhaustivo registro que se prolongará hasta el jueves.

Los agentes han comenzado este martes el registro en las diferentes propiedades que tiene el sospechoso en La Parte de Bureba (Burgos), según han informado a Efe fuentes de Policía Nacional.

De este modo, los agentes retoman la investigación del triple asesinato de los Barrio, un matrimonio y su hijo menor asesinados a puñaladas en su piso de la capital burgalesa en junio de 2004.

Aunque las sospechas iniciales se centraron en el hijo mayor del matrimonio, que entonces era un menor de edad que estudiaba en un colegio de La Aguilera (Burgos) y llegó a ser detenido en 2007, a partir de la condena de Ángel Ruiz en 2014 por el asesinato de una vecina por el que actualmente cumple 18 años de prisión, aparecieron varios indicios que le convirtieron en el principal sospechoso del triple crimen.

Aunque desde entonces las propiedades del sospechoso se han registrado varias veces, los nuevos avances tecnológicos podrían facilitar ahora el hallazgo de algún indicio.

Sin embargo, fuentes de la investigación han explicado a Efe que los trabajos se prevén complicados ya que Ángel Ruiz, que también es sospechoso de la desaparición de un vecino de la localidad próxima de Briviesca, parece extremadamente cuidadoso.

De hecho, solo la casualidad permitió encontrar el coche con el que en 2011 asesinó a su vecina, por lo que fue condenado en 2014 a 18 años de cárcel que está cumpliendo en la actualidad.

A partir de ese momento, tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, consideraron a Ángel Ruiz sospechoso, dado su probado carácter violento y algunos indicios.

Unos de ellos son el hallazgo de unas zapatillas de deporte en su vivienda que coinciden en marca y número con la única huella ensangrentada que la Policía encontró en el domicilio del triple crimen, y un cuchillo de doble filo que podría corresponderse con el arma con la que asestaron a las tres víctimas un centenar de puñaladas.

Los otros dos indicios que han centrado las sospechas en Ángel Ruiz son anteriores: fue autor de pintadas insultantes en el panteón de la familia asesinada la misma noche del entierro del cabeza de familia y había discutido con él por un problema de lindes.

Además, en uno de los registros se encontraron varias llaves que no pertenecían al sospechoso, entre ellas una del Ayuntamiento de la localidad que debió pertenecer al hombre asesinado cuando fue alcalde, lo que hace sospechar a la Policía que puede tener más llaves en algún otro lugar y entre las que podría estar la del domicilio del triple crimen, ya que el asesino no forzó la puerta para entrar.