La Policía Municipal desaloja este fin de semana un botellón con 300 personas e interviene en 300 fiestas privadas

  • En ellas no se usaban ni mascarillas ni ninguna medida de seguridad

  • En el skate de Madrid Río en Arganzuela había 300 jóvenes de botellón

  • Se ha doblado el número de agentes de Policía Municipal para estas labores

La Policía Municipal de Madrid ha actuado este fin de semana en casi 300 fiestas privadas, celebradas en domicilios o en locales que superaban la hora de cierre, y en todas ellas había un número de personas superior al permitido y no se usaban ni mascarillas ni ninguna medida de seguridad frente al covid-19.

Además, según un comunicado, en lo referente a botellones, la acción más importante ha sido en la zona de skate de Madrid Río en Arganzuela, donde había 300 jóvenes celebrando un botellón sin medidas de seguridad ni uso de mascarillas. En las dos semanas que ha durado el estado de alarma recién finalizado, las sanciones por este concepto han superado las 3.500.

Las intervenciones de este fin de semana forman parte del operativo especial que la Policía Municipal está llevando a cabo desde finales de julio para evitar los botellones, al que se le ha sumado el control de fiestas ilegales en domicilios y locales desde que la entrada en vigor de las distintas órdenes de las autoridades sanitarias. Para llevar a cabo estas funciones en los últimos meses se ha doblado el número de agentes de Policía Municipal destinados a estas labores.

Este sábado entró en vigor la prohibición de las reuniones en toda la región en espacios públicos y privados desde la medianoche hasta las 6 horas, así como las limitaciones a la hostelería y la restauración, por las que se reduce el aforo al 50 por ciento en el interior y en terrazas al 75 por ciento, y el cierre será a las 00.00 horas, no pudiendo admitir clientes desde las 23 horas.

Más presión policial, menos fiestas

Dice el comisario principal de la Policía Municipal de Madrid, José Luis Morcillo, que la mayoría de los madrileños cumple las normas y que, lógicamente, entiende la indignación de los vecinos que llaman al 092 para alertar de la celebración de una fiesta.

La presión policial está reduciendo la cifra de fiestas ilegales, pero aún así solo en lo que va de mes se han desalojado unas 400 en la capital. Son posibles focos de contagio que preocupan especialmente a las fuerzas de seguridad. "Podemos garantizar que casi todas las fiestas en pisos serán localizadas y denunciadas", advierte Morcillo.

Y para ello, el cuerpo que dirige ha montado un dispositivo especial con entre 300 y 500 agentes que cada noche centran su trabajo en la localización de ese tipo de eventos ahora no permitidos. Tienen ayuda: la de los agentes que rastrean las redes en busca de convocatorias y de cualquier dato que les permita dar con la ubicación de una fiesta prohibida y de riesgo para la salud de sus participantes.

Un trabajo el de los policías que desarrollan en una situación especial. "Todos juntos debemos combatir al virus", enfatiza Morcillo.

Y ojo con la sanciones. Hasta este fin de semana las multas tenían que ver fundamentalmente con el número de asistentes porque estaban prohibidas las reuniones de más de seis personas en la Comunidad de Madrid. Por este motivo, entre el 9 y el 19 de octubre los agentes de la Policía Municipal han interpuesto alrededor de 1.800 denuncias y, además, han gestionado 800 avisos por ruido.