Cada fin de semana la Policía interviene en cientos de fiestas ilegales en pisos. Una de las últimas intervenciones que se produjo el fin de semana pasado ocurrió en la calle Lagasca de Madrid. A un lado de la puerta, un grupo de jóvenes. Al otro, agentes de la Policía.
Varios agentes se disponen a intervenir en la supuesta fiesta ilegal en el piso. Desde dentro, una mujer les niega la entrada alegando que no tienen autorización judicial. La Policía Nacional tras insistir y avisar, actúa.
La Policía sanciona a las 14 personas de distintas nacionalidades que estaban celebrando una fiesta ilegal en este piso turístico. Según la Policía, nueve fueron detenidas. Los cinco que no lo fueron aseguran que el resto les impidió abrir la puerta a la Policía.
Los agentes acudieron por la llamada de los vecinos y les pidieron identificación desde el rellano durante 15 minutos ante la negativa de quienes estaban en el piso. Hay desobediencia y resistencia a la autoridad y delito flagrante por esa negativa según los agentes, que justifican así su entrada.
Este video ha dado la vuelta a las redes generando una avalancha de comentarios por parte de expertos que ponen en duda esta una actuación posiblemente desproporcionada. Comentan que solo se justifica entrar en un domicilio para evitar la consumación de un delito. Y la pregunta es: ¿es una fiesta ilegal un delito?
La policía por su parte es clara, entraron por desobediencia a la autoridad y esta fiesta terminó con 14 sancionados, nueve detenidos y una puerta rota.