Con el comienzo del curso regresan los piojos. La Organización de Consumidores (OCU) advierte que los champús y lociones no sirven para prevenirlos. Solo son válidos cuando hay infestación. Es en ese caso cuando se debe actuar con rapidez.
Si a un niño le pica la cabeza malo. Hay que mirarle a conciencia porque seguramente tendrá piojos. Esos bichitos minúsculos de color marrón que se reproducen con gran facilidad, salta de una cabeza a otra sin pudor y vuelven locos a los padres. También puedes detectar liendres, los huevos de los pijos, que son una especie bolitas blancas, que se puede confundir con caspa o arena.
Para cerciorarte de que es una liendre y no un pijo hay un truco. Estrujar una de esas bolillas blancas con los bordes de las uñas. Si es una liendre se nota que cruce ligeramente.
En caso de infestación se debe actuar rápidamente. Los piojos son muy habituales con la vuelta al cole y sobre todo en esos centros donde los niños más pequeños duermen la siesta, por eso de poner cabeza con cabeza.
La OCU recuerda que el contagio de los piojos se produce fundamentalmente por contacto directo cabeza con cabeza. Nada tiene que ver la falta de higiene. Otras formas de transmisión, por ejemplo por cambio de ropa y objetos como toallas, cojines o peines, son excepcionales.
La OCU, que insiste en que los champús y lociones no los previenen, ha evaluado las diferentes formas de tratamiento, teniendo en cuentan la efectividad y el precio.
Productos con insecticida: entre 2 y 15 €. El insecticida más común es la permetrina. OCU recomienda la forma de loción frente al champú, ya que este permanece menos tiempo en contacto con el cuero cabelludo y suele tener menos concentración. Estos productos son bastante eficaces, pero tienen efectos adversos y algunos piojos son resistentes a ellos. Solo se deben usar cuando los piojos se han detectado, nunca para prevenir. Mal usados, pueden contribuir a crear resistencia al producto.
Productos con siliconas: entre 12 y 22 €. Sustancias como la dimeticona o la ciclometicona matan al piojo inmovilizándolo y ahogándolo. Recientes estudios hablan de una eficacia similar a los insecticidas, pero sin los inconvenientes de generar resistencias, ni efectos adversos. Suelen llevar la alegación “sin insecticidas”.
Lendreras: entre 6 y 10 €. No vale cualquier peine. Debe ser fino, con 1 mm de separación entre las púas para que se queden atrapadas las liendres. Lo ideal es pasar el peine también después de usar cualquier tratamiento antipiojos, para retirar las liendres y piojos que queden. Las lendreras se deben pasar con el pelo desenredado. Suelen venderla junto con los champús y lociones.
Otros tratamientos: entre 5 y 10€. Aceites esenciales como el del árbol de té son utilizados como supuestos repelentes, pero OCU advierte que hay pocos estudios e información sobre su seguridad, sobre todo, usado en la población infantil. El peine eléctrico, por su parte, tampoco ha demostrado su eficacia de forma rigurosa.
Las soluciones caseras como el vinagre, mayonesa o perfumes no resultan útiles, según la OCU no resultan útiles. Sin embargo, es cierto que años atrás en España se usaba el vinagre para erradicar los piojos. Se vertía sobre la cabeza del niño y se envolvía en plástico un largo rato. También es verdad que hay muchos tipos de piojos y que estos bichitos son muy resistentes.
Para erradicarlos con seguridad, los expertos recomiendan seguir los siguientes consejos adicionales: