"Un auténtico despropósito", así califican los pasajeros que iban a viajar este sábado desde Madrid a Nueva York la cancelación de su vuelo en el último momento, después de horas esperando el arreglo de una avería en el tanque del agua potable del avión que, pese a solucionarse, no sirvió para que la tripulación despegara, por decisión del capitán.
El vuelo AA095 de American Airlines tenía prevista su salida a las 13.25 horas desde el aeropuerto de Barajas y con destino al JFK de New York, pero sufrió continuos retrasos desde minutos antes del embarque. Un vaivén de informaciones mantuvo a 270 pasajeros en vilo durante horas, con la esperanza hasta el último momento, ya subidos en el avión, de poder despegar.
"Nos informaron de que había una avería en el agua potable y de que los mecánicos estaban intentando arreglar. Cada media hora nos avisaban de que no podían solucionarlo y así nos tuvieron toda la tarde", relata a NIUS desde el aeropuerto Jaizabel, de 36 años, y procedente de Gran Canaria.
Unas largas horas de desesperación en las que decenas de pasajeros, la mayoría españoles, dudaban de si iban a acudir a trabajar o disfrutar de sus vacaciones con motivo del Puente de la Constitución. "Nos decían que no nos podíamos ir, todo el mundo estaba tirado en el suelo, un desastre", critica la canaria.
A media tarde, el personal de la aerolínea les informó de que, si a las 19:50 horas, hora aproximada en la que la tripulación cumplía con su jornada de trabajo, no estaba solucionada la avería, el vuelo se cancelaba. No obstante, la indignación llegó a las 19:30 cuando, a pesar de estar ya solventado el problema con el agua potable, el capitán se negó a volar: "Todo el mundo estaba enfadadísimo porque el avión estaba listo pero el capitán decía que no volaba".
Unos minutos de tensión y nervios que acabaron en aplausos, abrazos y lágrimas de emoción cuando les anunciaron que finalmente sí despegarían. "Nos dicen que vamos a embarcar rápido para salir lo antes posible, a la hora prevista, las 20:40", cuenta Jeizabel.
Pero la indignación llegó de nuevo. Media hora después entrar al avión, y ya sentados esperando a que se produjera el despegue, el capitán anunció por megafonía que el vuelo no salía porque había finalizado su jornada de trabajo hacía dos minutos. Fue entonces cuando se desató la ira de los pasajeros, atónitos ante lo que estaba sucediendo.
"Fue un escándalo, había niños llorando, personas mayores o con discapacidad, en silla de ruedas, que tuvieron que salir caminando, algunos con ataques de nervios. El capitán llegó a insultar a una niña porque se bajó la mascarilla, empezó a decir 'españoles de mierda' a la salida, un despropósito", asegura la canaria.
"Ha sido una vergüenza, se rieron de nosotros, ya que hacernos subir al avión si sabían que no iba a salir porque se iba a pasar su hora... Las azafatas hablándonos fatal, cuando nosotros éramos los afectados. Hasta los trabajadores de American Airlines estaban súper disgustados porque eran ellos los que tenían que dar la cara por una decisión del capitán, algo que, según nos contaron, había sucedido más veces", añade.
La aerolínea les informó del procedimiento a seguir para realizar una reclamación por internet y del número dónde debían llamar para cancelar o incluso ser reubicados en otro vuelo. Después, realojó a todos los pasajeros en diferentes hoteles de la ciudad, con dificultades debido a la gran afluencia de turistas por al puente hasta que, ya de madrugada, todos los afectados pudieron irse a descansar.
Esta pesadilla sucedió, además, en un momento en el que Estados Unidos impone estrictas restricciones para tratar de combatir la nueva variante, ómicron. El país exige a las personas vacunadas una prueba negativa de covid hasta 72 horas antes del vuelo -a partir de este lunes se reduce a 24 horas-, por lo que a muchos les vencía el plazo este domingo. Sin embargo, American Airlines no puso problemas.
"La gente estaba nerviosa porque pensaba que no les valdría, porque date cuenta que nos hemos ido a dormir fuera, hemos estado en contacto. Deberían haber habilitado un puesto para hacer las pruebas a quien se le hubiera cumplido el plazo", comenta Jeizabel.
Finalmente, los afectados han sido recolocados -sin coste adicional- en otro vuelo de la compañía estadounidense que ha partido este domingo sobre las 13.00 horas con destino Nueva York. Decenas de personas que intentarán olvidar esta pesadilla y disfrutar, a pesar de todo, de unas ansiadas vacaciones.
Pero este no ha sido el único caso. El aeropuerto de Barajas fue este sábado un hervidero de nervios. Vuelos cancelados y atascos en el control de pasaportes marcaron una jornada de gran afluencia de pasajeros por el Puente de la Constitución y a tres semanas de las Navidades.
Una situación que ya denunciaron la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y agencias de viajes y a la que se sumó este domingo la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera Cruz, quien pidió al Ministerio del Interior que "tome las medidas oportunas" para solucionar el problema con las "5.000 personas que han perdido los vuelos internacionales" desde el aeropuerto de Barajas.