Un comerciante se encontraba en Arauca, Colombia, cuando dos hombres y una mujer intentaron secuestrarlo. Sin embargo, de repente, varios perros se acercaron desde distintos puntos del terreno para enfrentarse a los delincuentes y consiguieron que los secuestradores desistieran en su intento de rapto.
Actualmente, la Policía ha detenido a los sospechosos a los que acusa de recaudar más de 45 mil euros mensuales con extorsiones y secuestros exprés.
Los secuestros son, desgraciadamente una práctica frecuente en Colombia y uno de los delitos más comunes en dicho país, según la Colombia Legal Corporation. En este país sucedió también el caso de Juan, un hombre que tras ser secuestrado cuando era solo un niño, consiguió reencontrarse con su familia 32 años después.
Prevenir un secuestro es una tarea bastante difícil. Sin embargo, pueden hacerse algunas tareas para disminuir el riesgo de ser víctima de este delito.
Básicamente, se recomienda llevar una vida tranquila, sin vincularse con grupos delictivos, procurar no dar a conocer nuestra información financiera, no frecuentar las mismas rutas para transitar de forma cotidiana y de ser posible, estar rodeado siempre de una persona de confianza.
En España, no es común este tipo de actos delictivos, por lo que si le dicen que han secuestrado a un familiar, incluso si se pone otra persona o se escuchan voces de fondo, es mejor que desconfíe. Es importante que mantenga la calma ante la presión ejercida por el falso secuestrador, que usará violencia verbal de cualquier tipo.
Uno de los primeros pasos que debe seguir es comprobar la información que le están aportando los falsos secuestradores y no realizar ningún pago. Seguramente los supuestos secuestrados le exigirán un pago rápido para no dar tiempo a localizar al familiar, así que es mejor que no envíe ningún dinero.
Finalmente, no facilite datos personales ni los publique en redes sociales, avise a la Policía Nacional (091) e intente localizar al supuesto secuestrado por otra línea, así como grabar la llamada maliciosa.