Si apenas necesitan ingresar en el hospital, su probabilidad de morir es mucho más baja que la de la gente mayor y muchos pasan la covid asintomáticos, ¿por qué no dejar que los jóvenes se inmunicen contagiándose? ¿Por qué preocupa el crecimiento exponencial de infecciones entre ellos? Una de las razones es la cantidad que hay: son unos 12 millones de personas de 17 a 34 años. Si el 1% de los jóvenes que contraen covid ingresa en el hospital y el 1 por mil acaba en una UCI, los números pueden llegar a poner en un brete al sistema sanitario. Otra vez.
Por eso los expertos alertan sobre sus contagios, miran con preocupación las estadísticas y piden medidas y que se vacune a este grupo poblacional. Lo hacen en España y en Reino Unido, otro de los países que va a la cabeza de Europa en contagios. Allí un grupo de científicos ha publicado una carta dirigida al gobierno en la revista The Lancet. Piden que no se relajen las restricciones -su levantamiento está previsto para el 19 de julio- para evitar, dicen, una catástrofe. En España epidemiólogos y expertos en salud pública intentan hacer reflexionar a la población.
Juan Gestal, profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela, cree que "se han subestimado las consecuencias de la covid en los jóvenes. Una cosa es que en general les produzca cuadros menos graves que a los mayores, o que desarrollen covid grave con mucha menos frecuencia que los colectivos de más edad. Y otra cosa es que no la sufran algunos, e incluso puedan morir".
Su compañero Francisco Caamaño, doctor en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago, da algunas cifras: "Uno de cada 80 jóvenes desarrollará la enfermedad, un 1,3% de los contagiados tendrá que ingresar en el hospital. Uno de cada 1.200 acabará en la UCI. Y algunos van a morir. Es una probabilidad menor que en los ancianos, pero hay muchos, muchos jóvenes en España: 12 millones de entre 17 y 34 años. Si se contagian masivamente, morirían muchos. Con un tercio que se infecten, ¿cuántos acabarán en el hospital, en la UCI? Es hacer números y asustan".
Ambos alertan sobre la covid persistente. Síntomas que se mantienen a largo plazo en algunos contagiados, incluso en los leves, y que pueden llegar a comprometer el desarrollo de una vida normal. "Es una bomba de relojería. Estamos jugando con fuego. No es momento de discotecas y de bailar pegados. Es el momento del paseo sin mascarilla por una calle no concurrida, pero no de juntarse en el bar. Esos conciertos masivos... es aberrante", zanja Caamaño.
Pero es que, además, en palabras de Gestal, "los jóvenes pueden transmitir la covid a las personas más vulnerables, porque la vacuna protege pero no al 100% los vacunados. Y si hay muchos contagios, más probabilidades de que alguna de estas personas se infecte".
Apostilla Caamaño que sí, que "es seguro que este virus de los jóvenes llegará a gente más mayor, con más probabilidad de enfermar y morir. Estén o no vacunados. Porque se sabe ya que aproximadamente el 10% de los vacunados no desarrollan inmunidad, y esa gente va a convivir con jóvenes que pueden ser contagiadores. Los vacunados pueden confiarse y contagiarse."
Y Gestal aporta unos datos, cuanto menos, preocupantes: "Esta quinta ola está llegando con unas cargas virales altísimas. En las anteriores oleadas había una media de ocho millones de partículas virales por mililitro. Ahora en urgencias se está viendo a jóvenes, con mucho moco, cefalea y poco más, pero con unas cargas virales que van de 20 a 85 millones de partículas virales por mililitros. Dan positivo en 12 o 14 ciclos (es decir, solamente hay que multiplicar el ADN del contagiado 12 veces para encontrar el SARS-CoV-2). Esto quiere decir que son supercontagiadores. Ello explica, a su vez, la transmisión exponencial que se produce entre ellos".
"Por otro lado, el hecho de que circule mucho el virus favorece que puedan surgir más variantes. Es decir, que a cuantos más individuos contagie el virus más puede mutar. Y las variantes pueden tener consecuencias imprevisibles", sigue el propio Gestal.
"Cada vez que se replica la enfermedad hay una probabilidad, pequeña pero no desdeñable, de que se produzca una variante nueva. Y está por ver que las vacunas que tenemos sean efectivas contra esas futuras variantes, es jugar a la lotería. Cada contagio es un boleto más para esa lotería de que las cosas no funcionen", contextualiza Caamaño.
Son las mismas razones y argumentos que esgrimen los científicos británicos. Piden al gobierno que no levante las restricciones que aún están en vigor en el país. Con ellas, Reino Unido encabeza la tasa de contagios de Europa, así que temen lo que podría pasar sin limitaciones a la movilidad, reuniones, etcétera.
"Implícito en esta decisión (de levantar las restricciones) está la aceptación de que las infecciones aumentarán, pero que esto no importa porque, según el gobierno británico, las vacunas han roto el vínculo entre infección y mortalidad", argumentan los expertos en la carta abierta en The Lancet.
Y explican: "Es poco probable que se logre la inmunidad de la población sin niveles de vacunación mucho más altos de lo que se puede esperar razonablemente para el 19 de julio de 2021. Se necesitarán restricciones proporcionales para evitar cientos de miles de nuevas infecciones. Sin embargo, la intención del gobierno del Reino Unido de aliviar las restricciones a partir del 19 de julio de 2021 significa que la inmunidad se logrará mediante la vacunación de algunas personas, pero mediante una infección natural para otras (principalmente los jóvenes). El Secretario de Salud del Reino Unido ha declarado que los casos diarios podrían llegar a 100 000 por día durante los meses de verano de 2021".
Se quejan de que "cualquier estrategia que tolera altos niveles de infección es poco ética e ilógica. El gobierno del Reino Unido debe reconsiderar su estrategia actual y tomar medidas urgentes para proteger al público, incluidos los niños. Creemos que el gobierno se está embarcando en un experimento peligroso y poco ético". Por eso le piden "retrasar la reapertura completa hasta que a todos, incluidos los adolescentes, se les haya ofrecido la vacunación y la aceptación sea alta, y hasta que las medidas de mitigación, especialmente la ventilación adecuada (mediante la inversión en monitores de CO2 y dispositivos de filtración de aire) y el espaciamiento (por ejemplo, reduciendo el tamaño de las clases) imperen en las escuelas".