Los Mossos han confirmado que Manuel Ezequiel, el parricida de Barcelona, se quitó la vida el mismo día de su desaparición, tras asesinar a su hijo de dos años, ahorcándose con un cinturón.
El cuerpo apareció en avanzado estado de descomposición, después de más de 20 días de búsqueda, en una zona rodeada de matorrales cercana al Aeropuerto del Prat, el último lugar donde se le había visto horas después del asesinato del pequeño.
Según el Jefe de la División de Investigación Criminal de Barcelona, el Inspector Josep Naharro y Portavoz del Cuerpo de los Mossos D'esquadra, Comisario Joan Carles Molinero, Manuel Ezequiel lo tenía todo planificado. Empezando por el lugar donde mató a su hijo, de dos años. Eligió el hotel donde había celebrado la boda con su expareja.
Desde que se encontrase el cuerpo sin vida del menor en una habitación de hotel en Barcelona, la investigación se inicia con 3 pilares: investigación de los hechos e instrucción, búsqueda del investigado y atención a las víctimas, una búsqueda por mar, aire, agua y tierra.
Fruto del dispositivo de búsqueda, el miércoles a las 13:14 la unidad acuática de los mossos alertó a los investigadores que habían encontrado un cuerpo y que podía corresponderse con el investigado: "el cuerpo sin vida del hombre, colgado dentro de un árbol en una zona boscosa cerca del Aeropuerto de El Prat"
"El lugar era de difícil acceso, y se consiguió entrar por un canal próximo al aeropuerto", después de utilizar varios drones y agentes a pie tratando de localizar el presunto autor de los hechos por la zona.
Una vez accedieron por el canal, detectaron un olor "leve de putrefacción" y localizaron el cuerpo que no se podía reconocer visualmente a causa de las condiciones ambientales.
La policía científica ha confirmado que el cuerpo encontrado era el hombre buscado por las huellas dactilares, después de comparar las huellas con las de su DNI.
Han explicado que el presunto parricida "seguramente accedió hasta el lugar saltando vallas y vegetación" y acabó con su vida utilizando un cinturón, otro indicio que apunta a que no tenía planificado ese cometido.
Su objetivo era que no le vieran, quitarse la vida y que no le encontraran y eso ha dificultado la búsqueda. En cuanto a la fecha de la muerte, aún a la espera de la autopsia, podría corresponder a que fuese horas posteriores a la muerte violenta del menor.