La Unión Europea rectifica y dejará de considerar que se etiquete como cancerígeno el consumo de bebidas alcohólicas como el vino, el cava o la cerveza; una decisión aplaudida después de que su informe sobre la lucha contra el cáncer generase una enorme polémica.
Concretamente, este miércoles se han aprobado en el Parlamento Europeo varias enmiendas al mismo para precisar y matizar que es el consumo “nocivo” de alcohol el que, a su juicio, constituye un riesgo de desarrollar esta enfermedad, y no cualquier consumo, como se señalaba inicialmente y también apuntaba la OMS.
De este modo, con 381 votos a favor y 276 en contra, esa parte del informe en el que se indicaba que el consumo de alcohol constituye un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer pasa ahora a referirse a un consumo “nocivo”, –si bien no se especifica cuál sería esa cantidad entendida por “nociva”–, para evitar equiparar un consumo excesivo a uno moderado, una enmienda impulsada por el PP y Vox.
Según informa EFE, una amplia mayoría de diputados españoles han votado a favor de esta rectificación para introducir la mención “nocivo”, mientras tres diputados de JxCat; los dos de ERC; Ernest Urtasun de Catalunya en Comú; Pernando Barrena, de Bildu; y parte de la delegación del PSOE han votado en contra.
En las enmiendas, por otra parte, se elimina también la referencia a que “no existe un nivel de consumo seguro”, y en su lugar se añade que "el nivel más seguro de consumo es ninguno". Además, en lugar de apoyar una propuesta para mejorar el etiquetado de las bebidas alcohólicas introduciendo advertencias sanitarias, como con el tabaco, se opta por pedir que se incluya “información sobre el consumo moderado y responsable”.
"El consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol, la mala alimentación, un índice de masa corporal elevado, un estilo de vida sedentario y la contaminación ambiental son factores de riesgo comunes a otras enfermedades crónicas; considera, por tanto, que la prevención del cáncer y las medidas de reducción de riesgos deben aplicarse en el contexto de un programa integrado de prevención de enfermedades crónicas", recoge el texto final.
Las enmiendas, no obstante, no terminan del todo con la polémica y la división. Ya a principios de febrero, Andreas Charalambous, presidente de la Organización Europea del Cáncer, advertía de que la principal amenaza para la consecución del plan europeo contra el cáncer "es que sus componentes de prevención podrían verse debilitados por los diputados del Parlamento Europeo que tratan de diluir estos aspectos en nombre de los intereses de los productores".
Ahora, los eurodiputados tendrán que pronunciarse al respecto de su apoyo final al texto completo. El resultado se conocerá esta tarde y busca complementar las ideas sobre la lucha contra el cáncer a nivel europeo que ya ha puesto Bruselas sobre la mesa.
Entre ellas, se pide que se activen mecanismos de compra conjunta similares a los que se han puesto en marcha con las vacunas contra la covid-19, pero también para tratamientos oncológicos, facilitando el acceso a los tratamientos y los ensayos clínicos en distintos países de la UE.