Por qué el Parkinson afecta de forma diferente a mujeres y hombres
Informativos Telecinco/ Agencias
Los síntomas motores aparecen más pronto en los pacientes masculinos
Los síntomas no motores son más frecuentes y graves en las mujeres
Cada vez es más evidente que la enfermedad del Parkinson, un trastorno de progresión lenta que afecta al movimiento, el control muscular y el equilibrio, difiere en mujeres y hombres. Por ello, científicos del Laboratorio de Neurobiología Celular y Molecular del Instituto Neurólogico Nacional Fondazione Mondino (Italia) han recogido las evidencias científicas más recientes sobre las diferencias relacionadas con el sexo en este mal.
El Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más común relacionado con la edad, que afecta a alrededor del 3% de la población a los 65 años y hasta el 5% de las personas mayores de 85 años. El riesgo de desarrollar esta patología es dos veces mayor en los hombres que en las mujeres, pero las mujeres experimentan una progresión más rápida de la enfermedad y una tasa de supervivencia más baja.
En esta revisión, publicada en la revista 'Journal of Parkinson's Disease', se examinan meticulosamente los conocimientos más recientes sobre las diferencias entre mujeres y hombres con Parkinson, incluidos los síntomas motores y no motores, la calidad de vida, los factores de riesgo genéticos y ambientales, la terapia farmacológica de los síntomas motores y no motores, los procedimientos quirúrgicos o el impacto del sexo biológico en la fisiopatología. Algunas de esas diferencias son las siguientes:
Las mujeres y los hombres tienen síntomas motores y no motores distintivos a medida que progresa su enfermedad. Los síntomas motores aparecen más tarde en las mujeres: el temblor es un primer síntoma común asociado con caídas recurrentes y síndromes de dolor más severos con características específicas como una menor rigidez, una mayor propensión a desarrollar inestabilidad postural y un riesgo elevado de complicaciones motoras relacionadas con la levodopa.
Los pacientes masculinos con Parkinson muestran problemas posturales más graves y tienen peores capacidades cognitivas generales: la congelación de la marcha, la complicación motora más discapacitante de la enfermedad, se desarrolla más tarde en los hombres. Sin embargo, los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar camptocormia (flexión anormal y severa del tronco al estar de pie o al caminar).
Los síntomas no motores han sido objeto de un estudio de más de 950 pacientes con Parkinson, en el que se llegó a la conclusión de que síntomas como la fatiga, la depresión, las piernas inquietas, el estreñimiento, el dolor, la pérdida del gusto o del olfato, el cambio de peso y la sudoración excesiva son más frecuentes y graves en las mujeres.
Los pacientes de Parkinson de sexo masculino tienen peores capacidades cognitivas generales. El sexo masculino es el principal factor de predicción del deterioro cognitivo leve y su progresión más rápida en la fase grave de la enfermedad. Un diagnóstico de Parkinson con demencia tiene un mayor impacto en la esperanza de vida de las mujeres que de los hombres. Además, las mujeres muestran síntomas distintivos, así como diferencias en la respuesta a las terapias farmacológicas y a la estimulación cerebral profunda, y en su evaluación personal de la calidad de vida en comparación con los hombres.
Los estrógenos juegan un papel importante en las diferencias de sexo, proporcionando protección contra la enfermedad, como lo demuestra la incidencia similar de la enfermedad en hombres y mujeres posmenopáusicas. "Las hormonas sexuales actúan en todo el cerebro de hombres y mujeres, y las diferencias de sexo se destacan ahora en regiones cerebrales y funciones que antes no se consideraban sujetas a tales diferencias, abriendo el camino a una mejor comprensión de las conductas y funciones relacionadas con el sexo", explica la investigadora Silvia Cerri.