Una adolescente estuvo a punto de perder la vista después de que un parásito creciera en sus lentillas y comenzara a devorar su córnea, según publica el diario británico Dailymail.
Ashley Hyde, una joven de 18 años de Florida (EEUU), empezó a tener la visión borrosa y tuvo que seguir un duro tratamiento con un óptico para poder averiguar el origen del problema.
Los médicos tomaron muestras del ojo con un pequeño taladro y descubrieron que Ashley tenía una infección por acanthamoeba, un parásito microscópico que se encuentra en el agua y que se puede introducir en el cuerpo humano a través de las lentillas, de cortes en la piel o siendo inhalado.
"Con este tipo de cosas puedes perder la vista", asegura el médico de Hyde. "Lo mejor para prevenirlo es mantener una buena higiene y cambiar las lentillas a diario".