Este 6 de julio será especialmente inusual en Pamplona que se queda sin el chupinazo que da comienzo a los Sanfermines por la crisis del coronavirus. El Ayuntamiento de Pamplona, el Gobierno de Navarra y el Parlamento de Navarra quieren que la región sea un ejemplo y han realizado llamamientos reiterados en las últimas semanas para pedir a la ciudadanía que actúe con "prudencia" y "responsabilidad" y evite que se produzcan aglomeraciones en las calles y en los establecimientos de Pamplona durante las fechas en que tendrían que celebrarse estas fiestas entre el 6 y el 14 de julio.
El Ayuntamiento no ha organizado ningún acto festivo y ha remitido a la ciudadanía a esperar a los Sanfermines de 2021 para poder disfrutar de las fiestas. La peñas de Pamplona tampoco han organizado actos y permanecerán cerradas al público, al igual que muchos de los bares, que aseguran que notan las pérdidas del 1,5 millón de turistas que no ha llegado.
Además, el Consistorio ha adoptado distintas medidas para evitar aglomeraciones: se van a instalar controles de aforo en seis zonas del Casco Antiguo que cuentan con un mayor número de establecimientos de hostelería, así como en la plaza Consistorial y en la plaza del Castillo.
Se habilitarán 14 puntos de controles en las entradas y salidas de las calles Jarauta (entre San Saturnino y el inicio de la calle Descalzos), San Nicolás, Pozoblanco-Comedias, Estafeta-Espoz y Mina, Calderería y la zona de la plaza de la Navarrería. En cada una de ellas se ha calculado un aforo permitido en la calle, teniendo en cuenta la superficie de la vía y las medidas de distanciamiento social existentes.
Así las cosas, en Jarauta podrá haber un aforo máximo de 137 personas, en San Nicolás 160 personas, en Pozoblanco - Comedias 71, en Estafeta 344, en Calderería 287 y en el entorno de la plaza de la Navarrería 220 personas, ha informado en una nota el Consistorio.
Habrá también controles de aforo en la plaza Consistorial, donde tendría lugar el tradicional chupinazo, y en la plaza del Castillo. En el primer caso, se ha establecido un aforo máximo de 400 personas y habrá controles en los accesos por las calles Zapatería, Mercaderes y Nueva-San Saturnino. Los accesos por Santo Domingo, la plaza de los Burgos y la calle Calceteros permanecerán cerrados. La capacidad de la plaza del Castillo será de 3 675 personas. Se instalarán controles de acceso y salida en las seis calles que confluyen en la plaza, es decir, en Chapitela, Bajada de Javier, Espoz y Mina, Carlos III, paseo de Sarasate y San Nicolás. El pasadizo de la Jacoba permanecerá cerrado.
Por su parte, la Policía Municipal controlará que se cumplan los niveles de aforo de cada establecimiento hostelero. Se hace un llamamiento a los propios establecimientos para que, en el caso de que no puedan controlar el cumplimiento de esas normas (aforo, distanciamiento, uso de mascarillas, etc.) procedan a apagar la música, encender la luz, dejar de servir y avisar a Policía Municipal a través del 092, que "acudirá inmediatamente para reestablecer la situación".
Se recuerda, además, que no se podrá superar el 75% del aforo máximo permitido en el interior del local o los 2,25 metros cuadrados por persona usuaria, en su caso, de las zonas autorizadas para uso público. Las terrazas al aire libre podrán ser ocupadas al 100% del aforo de las mesas permitidas en la licencia municipal.
En el Casco Antiguo y entorno no se autorizarán almuerzos y comidas en la vía pública. Por lo tanto, queda prohibido sacar mesas para almuerzos durante estos días. Quedan especialmente prohibidos los altavoces en fachadas, en exteriores o en ventanas y puertas orientados hacia el exterior. Atendiendo a la responsabilidad de cada establecimiento, se solicita y recomienda no emitir los días 6 y 7 de julio música sanferminera.
Los horarios de los establecimientos, así como la emisión de música, se corresponderán con lo permitido por la normativa reguladora habitual. Se deberá cumplir la medida de mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal que será de al menos 1,5 metros o, en su defecto, medidas alternativas de protección física con uso de mascarilla. Además, se limpiará y desinfectará el equipamiento, en particular mesas, sillas, barra, así como cualquier otra superficie de contacto, de forma frecuente.
Asimismo, se deberá proceder a la limpieza y desinfección del local por lo menos una vez al día. Los elementos auxiliares del servicio, como la vajilla, cristalería, juegos de cubiertos o mantelería, entre otros, se almacenarán en recintos cerrados y, si esto no fuera posible, lejos de zonas de paso de clientes y personas trabajadoras.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha dictado un bando con motivo de la no celebración de los Sanfermines en el que apela a la "responsabilidad", a la "prudencia" y al "sentido común" para que en los próximos días "nos sintamos orgullosos de nuestro comportamiento y de la imagen que hemos transmitido".
El alcalde considera que "todos somos corresponsables de los no Sanfermines de este año y también de trasladar al resto de Navarra, de España y del mundo una imagen de normalidad".
El Gobierno de Navarra también se ha sumado a este llamamiento. De hecho, el pasado 26 de junio, la jefa del Ejecutivo foral, María Chivite, participó en un desayuno informativo junto con el alcalde de Pamplona para incidir en este mensaje. "Este año no hay fiestas de San Fermín y no debiera haber actos paralelos porque la razón de que no haya fiestas populares, que sabemos que son muy importantes para Pamplona y para todos los pueblos de Navarra", es "proteger la salud y la vida", señaló Chivite.
El Parlamento foral también ha aprobado por unanimidad una declaración institucional en la que llama a la ciudadanía a actuar con "responsabilidad".