Un hombre de Iowa (EEUU) murió el pasado fin de semana después de que la policía asegurara que había sido herido de muerte cuando intentaba salvar a su hija, de cinco años, que estaba siendo atacada por un perro, según recoge 'Fox News'.
Los agentes de la oficina del alguacil del condado de Lee fueron advertidos para que acudieran a una casa de Fort Madison, cerca de la antigua prisión estatal de Iowa, para que abrieran informes por el ataque de un perro. Una vez en la residencia, las autoridades vieron a "un perro grande" atacando a Robert Joseph Quick, de 33 años, que se encontraba tumbado de espaldas en el patio delantero.
El can, cuya raza no fue identificada por las autoridades, era tan "agresivo" que no liberaba a la víctima. Los oficiales se vieron obligados a disparar al animal para detener el ataque. Quick, que resultó gravemente herido, ordenó a los oficiales que atendieran a su hija, que inicialmente había sido atacada por el perro.
"Quick había defendido a su hija y, sin duda, le había salvado la vida con sus acciones", dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Lee en un comunicado de prensa. El padre fue trasladado al Fort Madison Community Hospital, donde falleció.
Según una página de GoFundMe creada para ayudar en los gastos del funeral, Quick sufrió un ataque al corazón durante el ataque. El perro pertenecía a un miembro de la familia y estaba siendo atendido por los propietarios de la casa donde se produjo el suceso.
Un obituario local indica que Quick deja esposa y cuatro hijos.