Ella no sabía nada. De hecho, para poder llevarse al recién nacido que acababan de tener la engañó contándole que se lo iba a dejar a los servicios sociales. Es la versión del padre del bebé hallado muerto en los cañaverales de las inmediaciones del río Besós, en Barcelona, que en todo momento ha exculpado ante las autoridades a su pareja, razón por la cual ella continúa de momento en libertad, a diferencia de él, que ha ingresado en un centro de menores.
El joven, de 16 años, se derrumbó momentos después después de ser visto por varios testigos y confesó los hechos tras haber inventado inicialmente una coartada en el bar donde le vieron llegar completamente empapado el 24 de septiembre.
Dijo que “alguien le quería matar y por eso empezó a caminar por el río”, y que le habían robado una maleta, como ha contado en 'Cuatro al día' el dueño del establecimiento al que llegó.
Sin embargo, para entonces las autoridades ya habían empezado a hilar los testimonios de varios vecinos que llamaron para alertar de que le habían visto. Fue un testigo el que llamó al 112 alertando de haber observado a una persona con un bebé en brazos que podría haber abandonado en el río.
Al inicio de la investigación, los agentes desplazados a la zona encontraron en las inmediaciones del río una maleta con ropa y sangre; la maleta que presuntamente habría utilizado para trasladar el cuerpo del bebé.
Fue el padre del joven, que tan solo tiene 16 años, el que le recogió en el bar y le convenció de acudir a las autoridades, ante las que confesó lo que acababa de hacer, explicando que lo hizo “porque era un hijo no deseado”.
Según ha informado 'Cuatro al día', el joven en todo momento ha exculpado en sus declaraciones a su pareja y madre del bebé. Según ha contado, se habría llevado al recién nacido tras engañarla diciéndole que iba a llevarle a los servicios sociales. Ella no sabía nada, ha insistido, atribuyéndose plenamente la responsabilidad de los hechos.
De ser así, la joven podría no ser acusada de asesinato. Los forenses deben determinar ahora el momento exacto del fallecimiento, que será clave para determinar culpas, así como la autopsia debe definir las causas de la muerte, aclarando si el bebé llegó muerto al lugar donde fue encontrado, si murió en las inmediaciones del río Besós, si fue ahogado o no.
El caso es especialmente complejo y aún rodeado de incógnitas. Los padres del bebé, él de 16 años y ella de 17, no deseaban tener ese niño y habían llevado el embarazo en secreto. Se especula sobre si la joven dio a luz en un hostal en el que habían reservado habitación el pasado lunes. Nadie vio al recién nacido hasta el día siguiente, momento en que abandonaron el lugar, ahí sí, con el bebé en brazos. Sin embargo, dónde parió al bebé es una incógnita, porque la habitación ni siquiera tiene baño propio y ni siquiera había restos de sangre.
Algunos testigos llegaron a verles a ambos con el bebé junto al río, pero cuando vieron al padre tirándolo presuntamente al agua, éste ya se encontraba solo.
Ahora, tras haber confesado y ser detenido, se encuentra en un centro de menores, mientras la chica permanece en libertad.