Paco se guardó los guantes llenos de sangre en su ropa interior después de apuñalar presuntamente a su víctima
Lo tenían todo planeado para acabar con la vida del marido de Conchi. El informe pericial desvela datos que confirman la premeditación de este crimen. Tenían hasta el agua preparada para borrar las huellas. Almacenada en una garrafa en la furgoneta con la que llegaron hasta el parking. Paco en su ropa interior había guardado también llenos de sangre, los guantes que se puso para apuñalar presuntamente a la víctima. El arma estaba envuelta en film de plástico. También les incautaron medio gramo de cocaína y 1400 euros para su posible huida. En su círculo más cercano aseguran que son dos personas capaces de llevar a cabo algo así. Carlos, el que fue marido de Conchi durante 13 años, asegura que su interés no era otro más que el económico. Afirma que cuando Conchi no puede conseguir lo que quiere pues empieza con amenazas, con denuncias y también con cartas de extorsión. Ella llegó incluso a implicarle en la muerte de su segundo marido. "Cuando la policía le dio mi nombre de alguna sospecha que alguien podría ser ella dio mi nombre y apellidos", relata Carlos. Lo que todavía está por desvelar es el móvil que les llevó a acabar con la vida del que por quince días fue su último esposo.