Karolin Tsarski llega al orgasmo en cinco minutos y sin ninguna estimulación. Esta profesora de 33 años y nacida en Estonia ha logrado algo por lo que va a ser envidiada por mucha gente. Karolin Tsarski es capaz de tener un orgasmo solo usando su mente y sin ninguna estimulación, y lo ha demostrado con ayuda de unos científicos que aseguran que no está fingiendo.
La técnica de Karolin Tsarski es fruto del trabajo de muchos años de entrenamiento y ahora puede tener un orgasmo “casi instantáneamente” consiguiendo una “satisfacción sexual profunda”. La profesora de yoga comenzó a entrenar porque tener relaciones sexuales le resultaba doloroso y dice que ahora puede tener un orgasmo de hasta 10 minutos sin estimulación.
Tsarski ha intentado demostrar que no finge con un vídeo en su canal de youtube en la que se somete a las pruebas de los científicos. Los resultados demostraron que su clímax sin ningún tipo de ayuda es casi tan placentero como el del clítoris o el anal, pero no proporcionaron los mismos niveles de intimidad emocional.
En la prueba se puede ver a la profesora de yoga retorciéndose de placer en una camilla. Los médicos midieron sus niveles hormonales con un análisis previo y otro posterior al orgasmo para ver cómo afectaba a su cuerpo. El estudio se realizó en tres ocasiones, con una semana de diferencia, para comparar los datos obtenidos.
En la primera ocasión, Karolin Tsarski llegó al orgasmo en cinco minutos sin estimulación y se le realizó un análisis 30 minutos antes y 30 después. En la segunda lo hizo en 10 minutos y en la tercera estuvo leyendo un libro para que actuase como control. Los resultados variaron un poco, pero los científicos lo relacionaron al ciclo menstrual de la joven.
La profesora de yoga tiene claro que cualquier mujer puede conseguir el orgasmo solo con la mente: "Lo que acabo de hacer, sé que todas las mujeres pueden hacerlo", dijo nada más terminar una de las pruebas. Tsarski empezó el entrenamiento tántrico debido a sus dolores a la hora de mantener relaciones sexuales y ahora es la envidia de muchas personas.
"Aprendí posturas corporales, técnicas de respiración, bloqueos corporales destinados a despertar y sentir la energía, y luego aprender a guiarla y moverla hacia arriba. Hice ejercicios del suelo pélvico, masajes en los senos y prácticas para liberar la vergüenza y la culpa”, dice la profesora de yoga.
Karolin Tsarski no lo considera ningún secreto y da clases para intentar ayudar a más mujeres a alcanzar el clímax sin estimulación: “Aprendí a relajarme y dejarme llevar, acepté la imagen corporal y aporté una mayor atención también a la vida diaria en general”.